Hace tres años, en España comenzaba el confinamiento para intentar frenar la expansión del coronavirus. Una época que todavía seguimos recordando con emoción, y es que muchas de las personas todavía siguen teniendo muy presente dónde escucharon el anuncio de Pedro Sánchez informando de que comenzaba el estado de alarma en el país.
"Me enteré en la Universidad", "estaba tomándome una cerveza", dicen algunas de las personas que siguen recordando ese día como si hubiese sucedido ayer. De hecho, hay algunas personas que todavía no pueden evitar emocionarse al recordarlo. "Preocupación", reconoce una mujer sin poder contener su emoción.
Colapso en el estanco o carreras en los supermercados, aplausos a las 20:00 horas de la tarde, y gritos de 'quédate en casa', son algunas de las cosas que nos tocó vivir después.
"Cuando ves que se va alargando piensas que será algo que acabará contando a los nietos", asegura una persona a laSexta. Durante todo ese tiempo comenzaron a hacerse recurrentes algunos temas como los síntomas que podían sufrir las personas con coronavirus, los tratamientos a seguir y cómo convivir con un infectado.
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"Nadie sabía lo que se nos venía encima", reconoce una joven. Un paréntesis lleno de muchas palabras que ya parece que tenemos más asimilado. "Te acostumbras a la vida normal y dices... un paréntesis que hubo", reconocen.
Con algún 'pero'
La Justicia ratifica que llamar "gilipollas" a un jefe no es motivo de despido
Así lo ha ratificado el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM). Eso sí, enfatiza que el insulto debe ser "concreto y aislado" en un contexto determinado, como el caso de un empleado al que le pidieron que se quedara a una reunión al terminar su turno.