Cuatro años retenidos

"Tienen que empezar de cero": las posibles consecuencias psicológicas para los tres niños encerrados desde 2021 en la 'casa de los horrores' de Oviedo

¿En qué les afecta?
Según una psicóloga, los menores han perdido "unos años importantes de la edad temprana". Además, afirma que haber convivido entre "heces y en condiciones negligentes" hace que, a pesar de su edad, puedan "tener una inferior".

Aseo de la 'casa de los horrores' de Oviedo
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Eran tres menores de entre ocho y diez años los que vivían, entre excrementos y durmiendo en cunas con candados y pintadas con monstruos, en Oviedo. En la llamada 'casa de los horrores' de Oviedo. En un 'hogar' intervenido por la Policía para rescatar a los menores y para detener, también, a la pareja que 'cuidaba' de ellos acusados de un supuesto delito de abandono y otro de detención ilegal.

Porque no podían salir de la casa. Porque, además, estaban sin escolarizar. Sin saber nada del exterior. Así estaban estos niños. Así estaban los dos gemelos de ocho años y su hermano mayor, de diez. Tal es así que se volvieron 'locos' cuando, al atravesar las puertas de ese domicilio, vieron un caracol. Un simple caracol.

"Tengan mucho cuidado, están muy enfermos", dijeron sus padres. Pero no. La posterior revisión de los menores ha evidenciado que, físicamente, no tienen patología alguna. Lo de las secuelas que en ellos haya podido dejar a nivel psicológico el estar cuatro años encerrados es algo que está por ver.

"Tienen que empezar de cero"

Así lo dice Estefanía Igartua Escolar, psicóloga: "Hay que trabajar con ellos las habilidades sociales. Se han perdido unos años muy importantes de la edad temprana, en la que tenían que relacionarse con otros adultos que no fueran sus padres y con otros niños de su edad".

Afirma, además, que la recuperación va a requerir tiempo: "El haber estado conviviendo entre heces y en esas condiciones tan negligentes hace que tengan que empezar de cero. Si tienen entre ocho y diez años pueden tener una edad inferior".

¿Pero qué llevó a la pareja a tener a los niños encerrados? ¿Llevando, cada uno, tres mascarillas? Las hipótesis que se barajan son enfermedades psicológicas como el Munchausen o como el Diógenes, a tenor de cómo estaban los niños y del estado de la vivienda.

El primero de estos síndromes, el Munchausen, consiste en tratar como enfermos a hijos sanos. O el asumir enfermedades sin tener ninguna con el objetivo de recibir atención médica. En cuando al segundo, al Diógenes, en el 'hogar' había una gran cantidad de basura, incluso debajo de la cama del matrimonio. Además, las cunas estaban pintadas con monstruos y con candados.

"Hablamos de un ambiente patógeno"

"Estamos hablando de un ambiente patógeno", ha indicado José Ramón Prado, concejal de Seguridad Ciudadana. Por su parte, Francisco Javier Lozano, jefe de la Policía Local, habla de una "desatención absoluta desde el punto de vista de la escolaridad y la atención sanitaria".

Todo, a tenor de lo que se encontraron al entrar en el chalet. Al acceder a una vivienda después de la denuncia de una vecina. En ese momento, vieron a los tres niños con mascarillas y a su presunta madre en un escenario desolador. Con la pareja detenida, los menores, que mostraban muy malas condiciones de salud y síntomas de probable desnutrición, están bajo custodia de los servicios sociales.

Están a cargo de las trabajadoras sociales del Equipo de Recepción y Valoración de la Dirección General de Infancia y Familia de la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar del Principado de Asturias, siendo trasladados al Centro de menores en Oviedo.

Todo, descubierto gracias a una vecina

La llamada 'casa de los horrores' de Oviedo se ha descubierto gracias a la intuición y a la perseverancia de una vecina. Porque algo raro vio. Porque había mucho repartidor, mucho volumen de comida. Por ello alertó a la Policía, quien con una vigilancia discreta detectó indicios claros de que algo no iba bien. De que algo no encajaba.

Cinco agentes entraron a la vivienda. A una vivienda en la que tan solo consta el padre como empadronado. Una en la que se encontraron algo parecido a un búnker. Sin luz. Sin escuela. Sin infancia. Así estaban los niños. El domicilio, lleno de fármacos y de basura. Los padres, obsesionados con la enfermedad.

La investigación continúa para esclarecer los hechos y determinar el grado de responsabilidad de los implicados en un caso que ha conmocionado al vecindario.