"En pleno año 2021, y siendo una época marcada por el supuesto aprendizaje del ser humano tras la vivencia de la pandemia, me he visto rechazada por mi talla y peso". Así comienza Alba Nevado, una joven que tenía previsto trabajar como azafata en la feria de Fitur de Madrid del 19 al 23 de mayo, a narrar su experiencia con la agencia Best Way en la feria de Fitur de Madrid porque no le quedaba bien un uniforme de talla única; una historia difundida como la pólvora y que ha recogido una ola de indignación y solidaridad viral de las redes sociales por la situación que ha vivido.
A través de un vídeo publicado en Instagram, Alba ha relatado lo que ha sucedido: "Me habían contratado como azafata para estar en Fitur. Tuve la formación y me dieron un uniforme de talla única. Al llegar a casa me lo probé y no me estaba bien". Según ha continuado explicando, informó a quienes iban a ser sus jefes de la situación. Estos le aseguraron que le podrían dar "una talla 42", o que en última instancia podría acudir al trabajo "con traje negro". Al día siguiente acudió al lugar de trabajo una hora antes para poner remedio de la forma más breve posible a la situación.
Entre lágrimas, la joven ha explicado que "nada más entrar" se refirieron a ella como "la del problema", lo que ha desatado su impotencia: "Como si tener una talla 46 fuese un problema". En un primer momento le ofrecieron una falda de talla 42, prenda que no le estaba bien. Los siguientes recursos tampoco funcionaron: "Después de eso me dicen que me van a dar un pantalón de chico, que como es más grande a lo mejor me está bien, pero tampoco". Posteriormente, la llevaron a una sala aparte parar mirar si había más tallas, pero sin éxito.
"Me dicen que lo sienten mucho, pero que me mandan a mi casa porque no puedo trabajar sin uniforme. Como si el problema fuera mío", ha denunciado Alba en su vídeo, reclamando que no sea tratada "si fuera un problema": "Como si mi imagen fuese lo único que sirviera para trabajar en un puesto para el que sé que soy lo suficientemente válida". Sobre esta cuestión, ha añadido: "Como no encajo en el canon de belleza que a día de hoy conocemos pues no tienen una talla para mí, por tanto no puedo trabajar". La joven ha asegurado que no se había sentido "así de juzgada y rechazada desde hace mucho tiempo".
En este sentido, ha reconocido que tenía la necesidad de contar lo que le ha ocurrido porque le parece "tan injusto" que no quiere "que le pase a nadie a más". Porque, según ha precisado, te sientes "como una auténtica mierda cuando no tienes el problema". "Mi problema no es tener una talla 46, mi problema es que gente que ofrece un puesto de trabajo, sabiendo la talla que tengo, no esté preparada para asumir que tiene que tener un uniforme de esa talla para poder trabajar".
Desde la Agencia Best Way han afirmado a laSexta.com que no han "echado a nadie", y que a pesar de ponerse en contacto para disculparse y buscar una solución ha sido ella la que ha rechazado su reincorporación porque "no se ha sentido cómoda". Según han detallado, por una cuestión de "fabricación de uniformidad por los presupuestos" que maneja la empresa después de la pandemia. "Ella no ha podido tener su uniforme a disposición, pero nosotros no hemos echado a nadie", han insistido desde la agencia.
Disculpas por parte de la agencia y Fitur
Precisamente, en un segundo vídeo, Alba ha explicado que, tras enterarse de lo ocurrido, la agencia se puso en contacto con ella: "He recibido sentidas disculpas por el momento tan desagradable. También me han ofrecido incorporarme con un uniforme distinto que pudiera valerme para un puesto de trabajo en el que no llamase tanto la atención el hecho de no estar igual de uniformada". Una cuestión derivada, como ella también ha señalado, del "protocolo de uniformidad que en la mayoría de empresas hay", y de la que ella no ha sido "partícipe".
No obstante, ha rechazado la oferta: "Ahora mismo no estoy en condiciones físicas, psicológicas o mentales como para atender al público de una manera agradable y simpática". La joven también ha querido matizar que Ifema y Fitur "son sólo el lugar donde se celebra el evento y el evento en concreto", si bien también ha recibido "mil disculpas por su parte" que agradece "de corazón": "Al final ellos no me contrataron y se están viendo afectados indirectamente".