Los mayores de 60 años, sanitarios y los sociosanitarios también recibirán una tercera dosis de refuerzo. Así lo ha decidido la ponencia de vacunas en pleno auge de contagios. Una propuesta que será analizada en la Comisión de Salud Pública.

Hasta el momento, solo se estaba inoculando esta dosis a los mayores de 70, los ancianos que viven en residencias, las personas inmunodeprimidas y los vacunados con Janssen, que solo recibieron una vacuna contra el COVID-19. Más de tres millones de personas ya han recibido su dosis de refuerzo. En total, se han inoculado 3.198.000 pinchazos.

A este grupo se añaden mayores de 60 y trabajadores sanitarios y sociosanitarios, sumando así 16 millones de españoles que verán reforzada su inmunidad. En España hay unas 5.200.000 personas de entre 60 y 69 años y 1,7 millones de trabajadores del ámbito sanitario y sociosanitario. A todos ellos se les administrará el suero de Pfizer o de Moderna.

Por comunidades, las más rápidas en reforzar la inmunidad han sido Extremadura, Ceuta y Navarra, que ya cuentan con un 70,6; 669 y 62,2% de población diana inoculada. A la cola, Galicia, Cataluña y Canarias, con menos del 38%.

Hasta el momento, un 89% de la población diana ha recibido la pauta completa, lo que supone 37.487.685 personas. Unas cifras que hacen de España uno de los países con mayor tasa de vacunación, muy lejos de los de su entorno que se sitúan sobre el 60%. Esta es una de las causas por las que no se está registrando una incidencia tan alta.

Por ejemplo, en Alemania la incidencia en los últimos 7 días se sitúa en 336,9 contagios por cada 100.000 habitantes, mientras en Austria ya alcanzan una IA de 919,4. Una situación que les ha llevado a imponer fuertes restricciones contra la población no vacunada.

Precisamente, en Alemania han apostado por administrar la tercera dosis de la vacuna a toda la población diana, es decir, a los mayores de 12 años. Algo que también están haciendo en Noruega e Israel. En Reino Unido e Italia la están administrando a la población mayor de 40 y en Portugal y Francia, a los mayores de 65.