Una de las paredes de la cárcel de Soto del Real ha cambiado su color blanco por el de una bandera de Ucrania. Y lo ha hecho como homenaje a las víctimas de la guerra. Se trata de un proyecto de Taruga y Solidarios en su apuesta por la integración social.

Ismael, uno de los 15 presos que ha participado, explica que se apuntó al proyecto para sentirse útil. Para Gerson ha sido la oportunidad de estar más centrado en otra cosa que no sea pensar que está preso. Álvaro Crespo, responsable de Cultura en prisiones de la ONG Solidarios, señala que el objetivo es que la cárcel deje de ser visto por la sociedad como algo ajeno a ella. Por su parte, Amaia Bacete, de Taruga Creaciones, asegura que creen en las segundas oportunidades para ayudar en la reinserción laboral.

Así, tras una clase de formación, 15 presos del módulo 6 han echado mano de los botes de spray para participar en esta iniciativa. Uno de ello, Jesús, confiesa que lo que más le ha gustado de la actividad ha sido la motivación que han tenido sus compañeros. "La forma en la que hemos cooperado entre unos y otros", añade.

La acogida del proyecto ha sido tal que esperan hacerla más veces. En total, 18 metros cuadrados de mural. Una oportunidad para ellos y también un símbolo de esperanza. "A ver si se acaba la guerra y pueden estar felices ellos. Nosotros estamos presos pero no nos están tirando bombas", confiesa Jesús, otro de los participantes.

En Sanlúcar de Barrameda

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Los hechos ocurrieron el pasado mes de enero cuando estos agentes patrullaban en la desembocadura del Guadalquivir y vieron una narcolancha parada. Al acercarse las cuatro personas a bordo trataron de huir con una maniobra que hizo que las embarcaciones chocaran.