El solsticio de invierno coincide este año con el sorteo de la Lotería de Navidad. El próximo domingo, los niños y niñas de San Ildefonso cantarán el Gordo en el día más corto del año. Al mismo tiempo, diremos adiós al otoño y la bienvenida a la estación más fría del año.

Para entender este fenómeno conviene recordar que la Tierra está dividida en dos hemisferios (norte y sur). En el solsticio de invierno, uno de los dos hemisferios se encuentra en su ángulo de inclinación más alejado del Sol.

Para todos aquellos que habitan en el hemisferio norte del planeta, el solsticio de invierno tiene lugar en diciembre. La inclinación del Polo Norte en su punto más alejado con respecto al Sol explica que sea el día con menos horas de luz y la noche más larga de todo el año.

¿Qué son y por qué se producen los solsticios?

Nuestro planeta no está perfectamente alineado, la inclinación de la Tierra determina dos fenómenos: solsticios y equinoccios. Cada uno de ellos se repiten dos veces al año y determinan las estaciones.

El solsticio hace referencia al momento en el que el Sol irrumpe con más fuerza sobre uno de los dos hemisferios terrestres. Aquí encontramos la diferencia fundamental de este fenómeno con el equinoccio, donde los rayos solares inciden con la misma intensidad sobre todo el planeta.

El primer solsticio del año tiene lugar en junio, coincidiendo con el comienzo del verano: el Polo Norte se coloca con una inclinación más pronunciada hacia el Sol. Esto conlleva que en el hemisferio norte tenga lugar el día más largo y la noche más corta del año (y al contrario en el hemisferio sur).

En diciembre tiene lugar el segundo solsticio, el de invierno. En este caso, el día será el más corto del año y la noche, la más larga. Como ya hemos explicado, este 2019 tendrá lugar el domingo 22 de diciembre.

Solsticio y equinoccio

Los cambios de la primavera y del otoño vienen determinados por los equinoccios: el de marzo da comienzo a la primavera en el hemisferio norte y al otoño en el sur y viceversa. Este año, el primer equinoccio, el de primavera, aconteció el 20 de marzo y el solsticio de verano se dio el 21 de junio. El 23 de septiembre comenzó el otoño y, el 22 de diciembre comenzará la estación invernal.

Al contrario de lo que ocurre con los equinoccios, que tienen lugar en un momento exacto del día, los solsticios tienen una duración más prolongada y no tienen una hora concreta establecida.

Mientras los niños y niñas de San Ildefonso entonan los 'miiiil eeeeuuros', estaremos dándole la bienvenida al invierno y, por supuesto, a la Navidad. Un día lleno de ilusión que, además del frío, nos traerá el Gordo.