La soldado del acuartelamiento aéreo de Bobadilla (Málaga) declaró ante el juez que había sufrido otra agresión sexual en septiembre, tres meses antes de la que está siendo investigada por la Justicia Militar. El Ministerio de Defensa informa en un comunicado de que fue el pasado 12 de diciembre cuando la soldado puso en conocimiento del Jefe de la Unidad unos abusos presuntamente cometidos por parte de unos compañeros dos días antes.

El jefe instó a la soldado a denunciar el hecho en la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Antequera, una denuncia que fue remitida al Juzgado de Instrucción número 1 de la ciudad, que incoó diligencias previas. En su declaración judicial, la soldado refirió otra agresión sexual, que habría sucedido en el mes de septiembre dentro del acuartelamiento, informa Defensa, y que están siendo investigadas por el Juzgado de Instrucción Número 2 de Antequera.

Tres días después de presentar esa denuncia, la propia soldado procedió a formular parte militar al jefe de su unidad, dándole cuenta de los hechos denunciados en comisaría. El parte fue cursado a la titular del Juzgado Togado Militar número 21 de Sevilla, quien acordó la incoación de diligencias previas por los supuestos abusos competidos a la víctima el 10 de diciembre.

La soldado se refirió asimismo ante la juez togado militar a las agresiones que habría sufrido tres meses antes, en septiembre, y que dieron lugar a la incoación de otro sumario separado del que investiga las producidas en diciembre.

Así, las diligencias previas de la Jurisdicción Militar se tramitan en paralelo a las del Juzgado de Instrucción número 1 de Antequera, mientras que el Juzgado de Instrucción número 2 de Antequera se halla en proceso de inhibición a favor del Juzgado Togado Militar número 21 de Sevilla.

Según la soldado, durante la celebración del Día de la Patrona del Ejército del Aire, fue drogada y violada por sus compañeros en el cuartel de Bobadilla, después de haber tomado una cerveza en un pub en la que, afirma, "notó un sabor extraño". La soldado afirma que se despertó en el cuartel al día siguiente de esa celebración con las medias bajadas, fuerte dolor de cabeza, un hematoma y molestias en el pecho. De lo ocurrido el resto de la noche no recuerda más.