Los concejales del Ayuntamiento de San Francisco han votado autorizar a la Policía de la ciudad para que usen robots controlados a distancia que pueden matar a personas en situaciones de emergencia.
Con ocho votos a favor y tren en contra, la mayoría en el consistorio de San Francisco ha cordado otorgar la opción a la Policía a pesar de las fuertes objeciones de los grupos de libertades civiles y otros grupos de supervisión policial, ha informado 'The Hill'.
Los líderes policiales han pedido reiteradamente la medida subrayando la necesidad de poder desplegar robots con fuerza letal en casos "extremadamente raros contra sospechosos violentos", como atacantes en tiroteos terroristas suicidas.
"Los robots equipados de esta manera solo se usarían en circunstancias extremas para salvar o prevenir más pérdidas de vidas inocentes", ha afirmado en un comunicado la portavoz de la Policía de San Francisco, Allison Maxie.
Para los opositores de la medida, no obstante, esta autorización conduciría a "una mayor militarización" de la fuerza policial que, en opinión de los grupos de libertades civiles, "ya es demasiado agresiva con las comunidades pobres y minoritarias", según el citado diario.
La Policía de San Francisco actualmente tiene una docena de robots terrestres en funcionamiento que se utilizan para evaluar bombas o proporcionar visión en situaciones de poca visibilidad.
Fueron adquiridos entre 2010 y 2017, y ni una sola vez se han utilizado para lanzar un artefacto explosivo, aunque podrían haberlo hecho, según ha sostenido la Policía de San Francisco.
Todos esos robots son capaces de "abordar detenciones criminales, incidentes críticos, circunstancias apremiantes y ejecutar una orden judicial para evaluaciones de dispositivos sospechosos", según los agentes policiales.
42 años de prisión
El acusado de matar a su novia de 17 años embarazada en El Rubio (Sevilla) confiesa que la asesinó y descuartizó
En contexto En febrero de 2023, El Rubio, un pequeño pueblo de Sevilla, fue el escenario del primer asesinato machista de una menor de edad del año. La víctima se llamaba Elia, tenía 17 años, estaba embarazada y falleció después de recibir un disparo de escopeta en la cabeza. El autor confeso fue su novio, un joven de 22 años.