La autopsia practicada este domingo al cuerpo de Esther López no ha podido determinar con certeza las causas de la muerte de la joven, que estuvo desaparecida varias semanas en Traspindeo, Valladolid.

Según ha podido saber laSexta, habrá que esperar a los análisis histopatológicos y toxicológicos del cuerpo para saber cuál fue exactamente la causa del fallecimiento y si existió la intervención de terceras personas.

Además de la causa de la muerte, el Instituto Anatómico Forense de Valladolid tendrá que dilucidar datos como si hay trazas de otros lugares o si hay fibras de coche. La primera observación del cadáver arrojó que no tenía signos evidentes de violencia, pero eso no descarta ninguna hipótesis sobre su muerte, algo que se acabará viendo en el informe final que se realice.

Queda por determinar, incluso, si su cuerpo fue colocado posteriormente o no en el lugar del hallazgo. Por eso, equipos de la UCO, junto al de inspecciones oculares, han peinado centímetro a centímetro el lugar donde se encontró a Esther, donde las cámaras de seguridad también jugarán un papel clave.

El punto está ubicado a 800 metros del bar La Maña y a tan solo cuatro kilómetros de Traspinedo. Es el punto clave que puede explicar qué pasó con Esther López desde el 12 de enero que desapareció hasta el fatídico 5 de febrero en el que se encontró su cuerpo.