Una familia compuesta por un hombre de 58 años y sus seis hijos han residido en el sótano de una granja de un pueblo del norte de Holanda "esperando el fin del mundo" durante los últimos nueve años, según confirmó la Policía holandesa.

Los hijos tenían entre 18 y 25 años y fue el mayor de ellos el que dio la voz de alarma al escapar de la casa para denunciar que estaba "preocupado por las condiciones en las que vivía una familia en una casa", según explicó la Policía holandesa.

El hijo mayor escapó de la granja y se acercó a una cafetería a varios kilómetros del lugar en el que habían pasado encerrados en los últimos nueve años para pedir ayuda al propietario. "Tenía el pelo muy largo, la barba sucia, la ropa muy vieja. Estaba muy confundido. Así que decidí llamar a la Policía", explica el dueño de la cafetería a RTV Drenthe.

Los agentes acudieron al lugar y encontraron una escalera oculta detrás de un armario en el salón, que conectaba con un sótano bajo la casa donde se encontraban cinco adolescentes y el padre, que habría sufrido un infarto cerebral hace unos años y estaba postrado en la cama.

La familia no había tenido ningún contacto con el exterior en los últimos nueve años y algunos de los hijos no sabían que existían más personas viviendo en este planeta. Subsistieron gracias a los alimentos que obtenían de un huerto y una cabra.

"Nos encontramos con seis adultos, les estamos dando apoyo y atención. El propietario del edificio no quiso cooperar con nuestra investigación, por lo que fue arrestado. Se trata de un hombre de 58 años. Todos los escenarios siguen abiertos y no podemos dar más información", escribió la Policía.

Se desconoce el paradero de la madre que, según aseguraron los vecinos, habría llegado hace nueve años con el padre cuando ambos alquilaron esta granja, que cercaron al completo desde entonces y en la que taparon todas las ventanas.