La fórmula para aprobar los exámenes de Selectividad pasa no sólo por estudiar, sino por planificar, comprender, repasar, descansar y gestionar la ansiedad, según los expertos, que aconsejan a los miles de estudiantes españoles que harán esta prueba no quitarse horas de sueño.
La Selectividad o Pruebas de Acceso a la Universidad son probablemente uno de los exámenes más decisivos en la carrera de un estudiante porque de su resultado depende si pueden hacer la carrera que quieren o tienen que conformarse con segundas o terceras opciones.
Los primeros alumnos en examinarse este año serán los de las comunidades de Madrid, Aragón, Valencia, Extremadura, Islas Baleares y La Rioja, que comenzarán el 6 de junio y terminarán el 8, y los últimos, los de Cataluña y Castilla-La Mancha, que lo harán entre el 13 y 15 de junio. "Una planificación bien pensada ayuda a optimizar los recursos del estudiante: el tiempo que tiene para preparar las pruebas, los esfuerzos que hay que dedicar y la motivación para poder hacerlo", explica la profesora de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Catlunya (UOC) Modesta Pousada.
"Para conseguir una buena planificación -detalla- lo primero que tiene que hacer el alumno es identificar las materias que ya tiene asumidas y las que no para determinar qué tiene que trabajar con más intensidad. A continuación debe cuantificar el tiempo que tendrá para preparar los exámenes y hacer un calendario de trabajo realista y con descansos".
Según la doctora en Psicología Clínica Amalia Gordóvil, los contenidos más complicados deberían estudiarse en los momentos de más energía "porque hay personas diurnas y otras nocturnas; en este sentido es importante respetar los ritmos circadianos de cada uno". Para Pousada, es básico comprender lo que se estudia porque ayuda a recordar. "Una fórmula que funciona es relacionar lo que estudiamos con lo que ya sabemos o vincularlo con fenómenos cotidianos", aconseja.
La profesora explica que una vez hecha la planificación y la comprensión, para retener el contenido es necesario repasar la materia porque "el olvido se produce de una manera muy rápida; para evitarlo se deben planificar varios repasos", recomienda.
Según Pousada, el primer repaso debe ser inmediatamente después del aprendizaje, justo cuando termina la sesión de estudio y antes del momento de descanso, el segundo, al final de la jornada, "por ejemplo, antes de ir a dormir se puede hacer una rápida revisión de lo trabajado y dedicar unos minutos a los conceptos que cuestan más". El tercer repaso debería hacerse 24 horas más tarde, aunque sea sólo una revisión visual de lo estudiado el día anterior, y el último repaso, horas antes del examen. "Se puede repasar en grupo para reforzar el aprendizaje adquirido explicando a los demás o bien para asimilar aprendizajes explicados por los compañeros", añade Gordóvil.
Las dos expertas coinciden en que en época de exámenes es necesario, también, descansar y comer bien. Según Pousada, los resultados son mucho mejores si las sesiones de estudio son más cortas y espaciadas en el tiempo, mientras que Gordóvil alerta de que "no cuidar de uno mismo puede dificultar la concentración y, de paso, provocar angustia y miedo al fracaso". "Resulta fundamental mantener unos buenos hábitos de alimentación y sueño para llegar al examen en buenas condiciones físicas", recalca.
Muchos estudiantes viven los exámenes de selectividad con la presión de sentir que se juegan mucho y que su futuro dependerá del resultado que obtengan. "Estos pensamientos a menudo generan mucha ansiedad y eso no va a favor del alumno, ni en el momento de preparar los exámenes ni tampoco en el momento de hacer la prueba. Aprender a gestionar la ansiedad en situaciones de estrés es un buen recurso a tener en cuenta", dice Pousada.
Para conseguirlo se pueden hacer técnicas de respiración o visualizar imágenes que relajen y también es útil, según Gordóvil, contactar con alguna situación de estrés que hayan vivido y pensar a qué estrategias y herramientas recorrieron para afrontarla.
¿Qué tiene que hacer un estudiante si se queda en blanco en el momento de hacer la prueba? Las expertas aconsejan que se tome algunos minutos para respirar y comience el examen por la pregunta que encuentre más fácil. "La respiración consciente nos ayuda a tener control del cuerpo y de la ansiedad, en lugar de que sea la ansiedad la que nos controle a nosotros. Por eso vale la pena dedicarle algunos minutos", concluye Gordóvil.
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