El juicio por el caso de los presuntos abusos sexuales en Gran Hermano a Carlota está cerca de comenzar después de que la jueza haya ordenado su apertura. La magistrada, en un auto, ya apuntó que hay "indicios de que la conducta de José María pudiera ser constitutiva de un delito de abuso sexual".

La Fiscalía pide más de dos años de cárcel para él y la acusación exige una indemnización de 100.000 euros tanto a José María como a la productora del programa. Como caras visibles de Zeppelin TV fueron llamados a declarar Florentino Abad, productor ejecutivo y 'súper' habitual de la casa, Álvaro Díaz, director general de la productora, y María Robles, la 'súper' de guardia aquella noche.

Las versiones que expusieron, a las que ha accedido 'El País', muestran varias contradicciones que dejan ver que no existía un protocolo de actuación ante casos de delito. Tampoco hay unanimidad sobre quién tenía la potestad de llamar a seguridad o cuánto alcohol les sirven a los concursantes en la casa.

¿Quién tenía potestad para llamar a seguridad?

Florentino Abad, 'súper' habitual, señaló que aquella noche no estaba trabajando: "Estaba en Zaragoza, no presencié los hechos en primera persona". Quién sí apuntó a una responsable clara fue Álvaro Díaz, director general: "La responsable aquella noche era María Robles".

"La responsable era María Robles"

Robles, la 'súper' de guardia aquella noche, declaró que las funciones que debía desempeñar eran "ayudar a los trabajadores que haya en el turno y tengan un problema técnico y resolver dudas de contenidos".

Ella fue preguntada directamente por la jueza sobre si tenía autoridad para dar órdenes al personal de seguridad para que entrara a interrumpir la escena. "No", respondió Robles, que tampoco supo contestar a la pregunta de quién tenía ese poder: "Ahora mismo me pone en un aprieto". Por su parte, Abad fue tajante: "La potestad la tiene el responsable que está en ese momento. María la tiene".

¿Había algún protocolo ante casos de delito?

Robles, en su declaración, también indicó que sí pensó en la posibilidad de que se estuviera cometiendo un delito al ver los movimientos del acusado debajo del edredón y ver "la cabeza de Carlota moverse descontrolada y con los ojos cerrados".

En ese momento explica que decidió llamar a Abad por teléfono, quien le aconsejó que intercediera por megafonía: "Lo que podía hacer, irrumpir por megafonía y ver si Carlota estaba consciente o no".

Unas explicaciones que dejan ver que no había un protocolo exacto de actuación ante un caso de este tipo. Sobre la existencia de una hoja de ruta también fue preguntado Abad, que no supo responder con concisión: "Nunca hemos llegado a ese extremo".

¿De cuánto alcohol disponen los concursantes?

Otra de las contradicciones que se aprecian en las declaraciones de los tres responsables tiene que ver con el alcohol que se sirve en Gran Hermano. Abad aseguró que solo permiten el consumo de una copa por persona, mientras que Robles declaró que "una o dos".

Posteriormente Abad matizó sus palabras: "Si hay 12 personas metemos 12 copas, no les decimos que tomen una cada uno". Robles también se desdijo en su declaración explicando que algunos de los concursantes se guardaban el alcohol de otras fiestas, algo que los otros dos directivos negaron de manera tajante.

En lo que sí coinciden los tres es en que esa noche no se sirvió tequila, algo que no coincide lo que declaró la propia Carlota ante la jueza, que aseguró haber tomado cuatro chupitos de ese licor.

Así fue el presunto abuso sexual

En su escrito de acusación, el Ministerio Fiscal explicó que el presunto agresor actuó "guiado por un ánimo libidinoso y a sabiendas del estado de semiinconsciencia en que (…) se encontraba (Carlota) y aprovechándose de esta circunstancia, comenzó a realizar bajo el edredón movimientos de claro contenido sexual, pese a que (…) balbuceando débilmente, dijo 'no puedo'".

"Ella levantó la mando como queriendo decirle que parara"

La acusación describe las imágenes y apunta que José María apretó el cuerpo contra el de Carlota "en aras de satisfacer su deseo sexual, pese a que ella hasta en dos ocasiones levantó la mano como queriendo decirle que parara". Al mismo tiempo José María López Pérez pidió en varias ocasiones a la concursante que abriera los ojos, pero la víctima permaneció inmóvil.

Cuando el acusado le preguntó cómo se encontraba, ella "sólo" acertó a responder que se quitara, "momento en que aquélla se giró quedando de espaldas al acusado".

La Fiscalía señala que el acusado cubrió con un edredón a Carlota y "continuó realizando tocamientos, frotamientos y movimientos de contenido netamente sexual, despojando a la víctima de su vestimenta, liberándola parcialmente de su ropa interior y desabrochándole el sujetador, pese a que ésta se encontraba ya en estado de inconsciencia".

Tras ello, sobre la 1:40 horas de la madrugada del día de los hechos, Carlota se destapó la cara "dejando ver su estado inerte", momento en el cual los responsables del programa de Telecinco intervinieron. La Fiscalía apunta que el trabajador encargado de vigilar las cámaras "hasta ese momento no estaba en condiciones de saber lo que estaba ocurriendo, dado que el acusado había utilizado el edredón para taparse tanto a él" como a Carlota.

La Fiscalía también apunta en su escrito de acusación que los responsables de Gran Hermano mostraron las imágenes del presunto abuso a la víctima: "Encontrándose ésta sola y sin más compañía que la voz en off del conocido como 'súper', lo que provocó en (…) un incremento del estado de desasosiego, trastorno y perturbación de ánimo que los hechos sufridos horas antes habían producido en ella". Por estos hechos reclama a la productora del programa, Zeppelin, una indemnización de 6.000 a Carlota por los daños ocasionados.