En la sentencia, la Sección 30 de la Audiencia de Madrid condena a María Norma como responsable de un delito de estafa, pero la absuelve de la falta de hurto y la obliga a restituir los 4.880 euros que se apropió indebidamente de la anciana.

Los hechos relatados en la sentencia se remontan al 17 de junio de 2014, día en que María Norma A. F. se apoderó de la cartilla del banco de la propietaria de un piso de la localidad madrileña de Fuenlabrada, en el que la acusada trabajaba como interna.

Desde ese día y hasta noviembre de 2015 la procesada extrajo dinero de forma continuada en cajeros situados cerca del piso, obteniendo una suma total de 4.880 euros. Según consta en la sentencia, la acusada reconoció los hechos y se comprometió a "devolver lo defraudado siempre que su trabajo se lo permita".