El detenido por la muerte del canónigo de la Catedral de Valencia es un hombre de unos 40 años con el que el cura habría mantenido una relación sexual. Además, tenía el móvil, habría suplantado su identidad y habría también usado sus tarjetas de crédito. El presunto asesino está acusado de asfixiarle hasta la muerte.

El detenido se llevó el teléfono móvil del sacerdote con el que enviaba mensajes haciéndose pasar por la víctima, mensajes en los que les decía a sus allegados que se encontraba de viaje, posiblemente con la intención de encubrir el máximo tiempo posible el crimen.

Según informa el diario El Levante, el arrestado tiene unos 40 años y mantenía relaciones sexuales con el canónigo de la catedral de Valencia, al que todos conocían como Don Alfonso. Su cuerpo sin vida apareció dentro de su cama, desnudo y con señales de haber sido asfixiado.

Fue el portero de su edificio, junto con un amigo del párroco quienes dieron el aviso a la policía. El amigo pidió al portero que abriera el domicilio del cura tras llevar varios días intentando ponerse en contacto con él, sin suerte.

El arrestado y presunto culpable, según El Levante, formaría parte de un grupo de jóvenes con un situación vulnerable a los que el sacerdote D. Alfonso reclutaba, muchos de ellos migrantes, a los que llevaba a su casa y a cambio de unos 50 euros, que no siempre pagaba, mantenía relaciones sexuales con ellos.

Estas visitas provocaron que la comunidad de vecinos hace dos años presentara un escrito al administrador quejándose de esos encuentros que además, en muchas ocasiones acaban en broncas y por ello tenían que llamar a la Policía para que interviniera. En el último mes, según los vecinos, se habrían producido más visitas de lo habitual al domicilio del párroco.

Las investigaciones se encuentran bajo secreto sumarial y se continúa con las pesquisas por parte del Grupo de Homicidios de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Valencia, según ha informado la Policía Nacional.