El Palacio de Justicia de Pamplona acoge el juicio contra un camarero al que la Fiscalía le pide 333 años de cárcel por grabar en el baño a las clientes del bar en el que trabajaba. La Policía ha podido identificar a 137 de estas mujeres, 22 de ellas menores de edad, de las que 120 han presentado denuncia.
En total se le imputan 98 delitos contra la intimidad, por los que se pide 2 años y 6 meses de cárcel por cada uno, y otros 22 delitos agravados contra la intimidad, con 4 años de prisión en cada caso, además de 176.000 euros de indemnización para las víctimas.
Los hechos, según el escrito provisional, ocurrieron en un bar de la localidad de Tafalla (Navarra) en el que trabajaba como encargado Omar Juliá C.V. natural de Colombia, de 36 años. En fecha no determinada, pero en todo caso desde el mes de agosto de 2014 y hasta el mes de enero del año 2015, colocó varias cámara "camuflándolas en un falso enchufe" con la intención de captar imágenes de las clientas en el cuarto de baño.
Las cámaras estaban situadas de tal forma "que enfocaran directamente al inodoro", lo que le permitió obtener "imágenes nítidas de las partes íntimas" de clientas y trabajadoras de todas las edades, incluso en alguna ocasión de algún hombre.
En total, según precisa la Fiscalía, el encausado grabó a 326 mujeres que hicieron uso del cuarto de baño y almacenó las imágenes en distintas carpetas del ordenador del establecimiento, sin que conste que las haya difundido.
Otro gasto más
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