Generalmente, entre dos platos de pescado, uno fresco y otro ultracongelado, se suele escoger el fresco ante la idea que es más seguro y rico que el que ha pasado por el congelador, una idea que desmienten los cocineros del restaurante 'Maruja Limón'.

"Siempre nos lo dicen, me pones uno al lado fresco y no noto ninguna diferencia", explica Inés Abril desmintiendo que cambie el sabor del pescado por haber sido congelado.

Y no solo eso, sino como asegura el chef del mismo restaurante, Rafa Centeno, es más seguro si ha estado previamente ultracongelado: "Tiene el mismo sabor y misma textura. Mismo sabor, misma apariencia y una mayor seguridad alimentaria".

Por ejemplo, haber sido ultracongelado hace que se elimine el anisakis: "El hecho de ultracongelar nos ayuda a inactivar el anisakis. Y ofrecer a nuestros clientes una seguridad y garantía".

La calidad está asegurada por investigadores del CSIC, que han colaborado con el restaurante para corroborar la eficiencia de la ultracongelación: "Nos han apoyado, han hecho pruebas triangulares con nosotros. Nos dan unas garantías espectaculares".

La labor que se hace con el pescado en el restaurante de Rafa Centeno es limpiarlo a su llegada y enviarlo al congelador. "La ultracongelación nos permite ser más creativos y ajustarnos mucho más a los puntos de cocción", añade.

Eso sí, no es uno normal y corriente, sino un congelador que deja al pescado a menos 60 grados y cuyo precio ronda los 5.000 euros.