El pederasta de Ciudad Lineal ha pasado la primera noche en la prisión de Soto del Real. Su destino, de momento, será un módulo de especial seguimiento aislado del resto de internos, sin pasar por zonas comunes y con un programa antisuicidios.

Ante la jueza se negó a declarar, por lo que le decretó prisión provisional y sin fianza. Una actitud poco colaboradora que ha mantenido desde el miércoles cuando la Policía lo detuvo en casa de sus tíos en Santander.

Sin embargo, su actitud esquiva poco afecta al trabajo de los agentes. Tras un minucioso registro de 13 horas en su vivienda de Madrid, la Policía encontró restos de vómito y dos huellas infantiles. Suficiente para que le acusen de hasta 16 delitos, entre ellos cinco agresiones sexuales y tres tentativas.

Además, la Policía le imputa dos homicidios en grado de tentativa por la brutalidad con la que habría agredido a dos de las víctimas. Precisamente el testimonio de las niñas ha sido clave para resolver el caso.