El dispositivo de búsqueda de las dos niñas desparecidas en Tenerife mientras estaban al cuidado de su padre ha continuado por tierra y por mar, con diligencias ya abiertas por parte de un juzgado de instrucción por un posible secuestro parental, ya que la madre de las menores ha denunciado que el sospechoso le dijo que no volvería a verlas. Fuentes de la Guardia Civil han confirmado que la búsqueda de las menores, de uno y seis años, prosigue y los medios movilizados en el dispositivo de búsqueda han hallado un silla infantil de retención en vehículos flotando en el mar, donde se ha extendido el radio de rastreo.

Allí horas antes fue encontrada a la deriva y vacía una embarcación propiedad del padre, hasta la punta de Anaga, en el nordeste de la isla. El muelle del Puerto de Santa Cruz de Tenerife se ha convertido en el punto de referencia de la investigación porque fue donde se vio por última vez al padre. Según las imágenes que ha podido registrar la Marina, llegó sólo en su vehículo hasta ese punto del puerto y transportó dos bolsas pesadas hasta su embarcación. Tomás Antonio Jimeno estaba separado, debía devolver a sus dos hijas a la madre el martes a las 21:00 horas, pero no apareció. En vez de eso, fue a la Marina de Santa Cruz, donde tenía amarrada su embarcación.

Las cámaras de seguridad registraron su entrada a las 21:30. En ese momento no se ve a las niñas. Descarga las mencionadas bolsas del coche, que aún sigue en la zona precintado por la Guardia Civil, las guarda en la lancha y se va a los 20 minutos. "En el primer contacto visual sólo lo vemos a él y una serie de bolsas que va descargando del coche, llevándolas a su embarcación. Pero no apreciamos nada de las dos niñas", ha apuntado Enrique Alonso, capitán del Puerto de Marina de Santa Cruz de Tenerife.

Una hora y 40 minutos más tarde, a las 23:30 horas, vuelve para cargar la batería de su móvil. "Sale a comprar un cargador para el móvil porque no tenía batería. Lo deja cargando y luego vuelve a salir a las 12:30 horas, y ya no vuelve a regresar", ha detallado Alonso. Durante esas horas llama a su exmujer y le dice que no va a volver a ver más ni a sus hijas ni a él. "La segunda vez que va a salir el guardia civil lo nota nervioso, como con ganas de salir otra vez. Incluso le dice que cómo va a salir, que lo van a multar por la hora que es, porque había superado el toque de queda", ha añadido el capitán del Puerto.

De la ruta que hizo en la lancha se sabe que de Santa Cruz va a al Puertito de Güímar, donde se encontró con unos amigos. Ahí se pierde el rastro: la embarcación aparece horas después sin él, a la deriva, a casi dos kilómetros de la costa. La Guardia Civil busca a esta hora en el mar cercano al área comprendida entre Güímar y Punta de Anaga. La madre se quejó ya en diciembre ante la Guardia Civil de que su expareja la había amenazado verbalmente, pero entonces no quiso poner una denuncia.

La Policía Científica ha estado realizando investigaciones oculares, así como tomando pruebas y buscando pistas para hallar con vida a las pequeñas y a su padre. A la espera de lo que diga esta investigación y las imágenes, hay indicios de criminalidad en este caso. Así lo ha apuntado la abogada y criminóloga Beatriz de Vicente, que ha indicado que hay dos tipos de evidencias que se están manejando ahora mismo: unas de tipo físico y otras de tipo conductuales, aunque ha pedido ser muy prudentes antes de avanzar en cualquier tipo de hipótesis referida a este caso.