La mujer procedente de Rumanía había sido condenada por secuestro y homicidio en su país natal, pero se encontraba residiendo en Palma y debido a un error fue puesta en libertad. La orden europea de detención no se encontraba registrada en la base de datos consultada por el juez de guardia que se encargó del caso.
La mujer fugitiva, que tiene 40 años, fue arrestada cuando la Policía Nacional comprobó que estaba residiendo en Palma y comenzó una investigación que acabó con su localización. Tras esto, pudo ser detenida en el Paseo Marítimo de Palma. Posteriormente, se ordenó su pase a disposición judicial. Ahí, la detenida debía ser extraditada a Rumanía, donde está condenada a cumplir 17 años de prisión, pero debido a que su orden de búsqueda y captura no se localizó en la base de datos de los juzgados fue puesta en libertad, según han informado fuentes cercanas al caso.
Tal como ha adelantado en su edición impresa de este jueves el diario 'Ultima Hora', al juez del turno de guardia no le constaba la euroorden de detención en el registro del juzgado y tras consultarlo con el juzgado de guardia de la Audiencia Nacional, y no esclarecer el asunto, decidió ordenar su libertad.
Los hechos por los que está condenada ocurrieron en 2006, cuando la mujer secuestró a un hombre, que finalmente fue liberado. A pesar de esto, debido a las condiciones de precariedad que sufrió durante el secuestro, acabó muriendo en el hospital.
Desde el Tribunal Superior de Justicia de las Islas Baleares, han explicado que el error se ha producido debido a que el expediente de su caso era muy antiguo y no estaba digitalizado. Así pues, la petición de la Audiencia Nacional para que los juzgados palmesanos se hicieran cargo de la tramitación, vía exhorto, no se produjo correctamente. De esta manera, han precisado que el expediente no se encontraba en la base de datos, ya que el exhorto oficial no estaba documentado.
Primera declaración ante el juez
Los padres de uno de los menores agredidos en Vigo denuncian que su hijo "recibe amenazas de 200 teléfonos" y que los agresores siguen en libertad
El contexto Decenas de menores han recibido palizas por parte de jóvenes violentos de su misma edad que les obligan a ponerse de rodillas y recibir todo tipo de humillaciones.