El accidente se produjo en un punto sin determinar próximo a la pequeña población de Saravillo, en un día libre que había dedicado junto a unos amigos para la práctica del salto BASE, acrónimo en inglés de edificio, antena, viaducto y tierra, una actividad de riesgo consistente en saltar desde una roca al vacío con un traje especial que permite el planeo.
El fallecido, de 49 años y nacido en Salamanca, pertenecía a una unidad de alta especialización en rescates que había tomado parte en misiones internacionales, entre otras el salvamento de dos espeleólogos en Marruecos en 2015. Al parecer, los compañeros realizaron el salto antes y esperaron infructuosamente a que el guardia civil llegara al punto convenido previamente.
Las labores realizadas para intentar contactar con él y, posteriormente, buscarle por la zona se tuvieron que interrumpir a la caída de la noche. Las fuentes consultadas han asegurado desconocer las causas por las que el agente cayó sin tener la oportunidad de salvar su vida.
El cuerpo del agente ha sido avistado desde el helicóptero del Cuerpo y rescatado por miembros de los grupos de rescate. El salto base es una actividad de alto riesgo que combina el planeo a gran velocidad con un traje aerodinámico, con la utilización de un parapente para aterrizar.
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