Casi todas nuestras actividades profesionales y personales se han visto, de un modo u otro, afectadas por la pandemia de la Covid-19. Vivimos una situación desconocida, cuya progresiva superación nos está conduciendo, con mayor o menor dificultad, a la "nueva normalidad". Pero ahí fuera sigue "el bicho" y viajar en compañía de personas ajenas a nuestro entorno en un espacio tan reducido como el habitáculo de un coche seguramente no sea lo que más confianza nos da.

Con el estado de alarma, la práctica de compartir coche en viajes largos, conocida popularmente como carpooling, se frenó en seco. Sin embargo, con la paulatina retirada de las restricciones y la llegada del periodo vacacional, ha vuelto a escena. Las empresas del sector no son ajenas a esta situación y han adaptado los protocolos de prevención recomendados por las autoridades sanitarias para que compartir coche no sea un riesgo.

Precaución, pandemia a bordo

Así, es obligatorio el uso de mascarillas en todo el trayecto, y se insiste en la necesidad de lavarse las manos antes de subir al coche. Conviene limpiar tiradores de puertas, asideros, volante o palanca de cambios con soluciones hidroalcohólicas y se recuerda la necesidad de mantener en todo momento la máxima distancia, tanto en el momento del saludo o la despedida como durante el trayecto.

Opción a limitar las plazas

Hasta ahora no había más limitaciones en cuanto al número de ocupantes en un viaje que las dictadas por la homologación del propio vehículo. Si era de cinco plazas, podían viajar cinco. Ahora, algunas aplicaciones han habilitado opciones para que los conductores decidan si publican sus viajes admitiendo a una sola persona en la segunda fila de asientos, como hace Blablacar. Otras, como Amovens, han hecho de esa medida algo obligatorio. Estas son las líneas maestras de ambas:

BlaBlaCar: mascarilla obligatoria

Esta empresa francesa es una de las pioneras en nuestro país (llegó hace ya una década), está presente en 22 países y posee 5 millones de usuarios en España. BlaBlaCar tiene una lista detallada de recomendaciones para reducir el riesgo de contagios, obligando al uso de mascarillas, abriendo la posibilidad a solo un ocupante detrás y facilitando los teléfonos de emergencia sanitaria de todas las comunidades autónomas.

El pago de los trayectos se tramita a través de la app, bien por transferencia o a través de PayPal. La empresa recomienda a los usuarios una aportación mínima de cada viajero de 6 céntimos por kilómetro de viaje y limita el precio que el conductor puede pedir a por trayecto.

Amovens: máximo 3 plazas por coche

Nacida en 2009, esta app declara alrededor de un millón y medio de usuarios, de los que más de 200.000 la utilizan mensualmente. Sus consejos para un viaje con riesgos sanitarios controlados también aparecen en su app. En su caso, limitan obligatoriamente a tres plazas por coche, mascarillas, higiene y distanciamiento social.

Cuando el conductor acepta tu reserva, la app retiene el importe en tu cuenta bancaria. El cobro de las plazas se hace efectivo pasadas 24 horas de la salida del viaje. El conductor puede proponer dos itinerarios y podemos unirnos a mitad del finalmente elegido.

Desplazamientos diarios: también compartidos y seguros

Lo de compartir coche no solo abarca a las vacaciones, sino también a los desplazamientos diarios. Proliferan las aplicaciones especializadas en esta modalidad que no deja de ser la principal competencia del carsharing. Algunas de las más populares son RACC Hop, Hoop Carpool, Journyfy, Bewego o Zityfy.

También en este tipo de movilidad se hace hincapié por parte de las empresas en tres puntos: no usar el coche ni permitir que se suba nadie con 37º o más de temperatura corporal o síntomas de la Covid-19, utilizar obligatoriamente mascarilla y cumplir escrupulosamente la normativa de las autoridades en materia de ocupación máxima y distribución de los ocupantes dentro del vehículo y el resto de medidas que se dicten.