Sergio Ruiz, en prisión por el asesinato de Dana Leonte, explicó en su declaración ante la jueza que el día del crimen se despidió de ella "hacia las siete y media" y después se fue "a dar vueltas por el Polígono de La Pañoleta", situado en Vélez-Malaga.
Como se muestra en este vídeo, al que ha tenido acceso 'Espejo Público', la magistrada le preguntó en varias ocasiones por qué si estaba en Vélez-Málaga, "los repetidores de su teléfono le situaban en Arenas". "Pues no lo sé, no lo entiendo. Yo llegué a Vélez, di un par de vueltas y después volví Arenas", aseguró el detenido.
Durante esta declaración, Sergio Ruiz también fue preguntado por el hallazgo de restos biológicos y los restos de sangre que había en la casa. "Pues puede ser del día que se cortó con el jamón, que se fuera para abajo y puso todo lleno de sangre", señaló.
Además, también hizo ilusión a los restos de sangre que se encontraron en la bañera: "Pues (lo hizo) ella misma de afeitarse todos los días. Ella con las piernas muy blancas, siempre tenía chorreones de sangre y yo le decía '¿Para qué te afeitas todos los días?'".
Restos biológicos hallados en la vivienda
El sumario del caso de Dana Leonte pone el foco sobre el hallazgo de un palo de madera de 90 centímetrosde longitud en el interior de la vivienda. Según este escrito, los investigadoreshallaron "un pelo humano (que corresponde a Dana Leonte) parcialmente incrustado" en el palo, en el que también encontraron "manchas rojizas oscuras".
Según el auto del juez, al que tuvo acceso 'Expediente Marlasca', Sergio golpeó con una palo la cabeza de Dana Leonte, y tras quedar malherida, la envolvió en un edredóny la arrastró escaleras abajo para meterla en su coche.
En el sumario también se recoge que los investigadores detectaron "una mezcla de perfiles genéticos, que inicialmente, a falta de los próximos cotejos se han atribuido a Sergio y a Dana Leonte".
Estas muestras se hallaron en las escaleras de la puerta principal de la vivienda, en la puerta del conductor del vehículo de Sergio, en el suelo de la cocina, en la pared en la que se halló el palo de madera y en un edredón que, además, tenía "muestras de color rojizo".
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