La mujer paraguaya, de 25 años, está desaparecida desde la noche de Año Nuevo cuando, supuestamente, discutió con su marido, Raúl D.C., que al cabo de una semana denunció que no sabía nada de ella.

El sospechoso de su desaparición declaró , tras ser detenido, que él no mató a su mujer, sino que se la encontró muerta al regresar a casa y que luego tiró su cadáver al mar. Cuando la Guardia Civil le preguntó por qué ocultó el cadáver si él no la había matado, Raúl D.C. alegó que había consumido drogas y que se asustó, apuntan las fuentes consultadas.

También ha contado que antes de arrojar el cuerpo al mar, intentó quemarlo en el jardín para hacerlo desaparecer, pero sin conseguirlo. El intento de calcinarlo dañó el cadáver de Romina, de forma que cuando Raúl D.C. intentó moverlo a otro lugar, se rompió en varios fragmentos que luego presuntamente tiró en diferentes lugares de la costa de Lanzarote que la Guardia Civil está rastreando desde este lunes.

No obstante, las fuentes también precisan que esa es la versión del detenido, que aún no ha sido corroborada por el hallazgo del cadáver. El sospechoso todavía está detenido en dependencias de la Guardia Civil en Lanzarote y, posiblemente, pasará mañana a disposición judicial, una vez agotado el plazo máximo de detención.

Aún no está definido qué juez lo interrogará ya que el magistrado que se hizo cargo del caso en su turno de guardia está sopesando inhibirse en favor del Juzgado de Arrecife que se ocupa de los delitos de violencia machista.

Por el momento, las investigaciones se realizan bajo secreto de sumario. El detenido ha sido asistido estos días por dos letrados diferentes, al haber renunciado el primero de ellos a su representación.