Muñecas que vuelan o que hablan. Los juguetes son cada vez más inteligentes. "Tienen algún tipo de conectividad. Es decir, se conectan con un tercero, con un bluetooth o con una red Wifi", ha explicado Stella Luna, CEO de Pentaquark Consulting.

Cada año son más habituales en las cartas de los reyes magos este tipo de juguetes. Pero cuidado, también traen nuevos riesgos: pueden ser hackeados. "Como son interactivos, el riesgo es que los niños puedan hablar con el cibercriminal", ha expuesto Luna.

A lo que se une el robo de datos, un peligro al que se enfrenta cualquier dispositivo conectado a la red. Por eso, desde la Asociación de Fabricantes de Juguetes, junto con el Instituto de Ciberseguridad, han publicado dos guías con recomendaciones para prevenir estos riesgos.

Primero para las fábrica. "Que el software esté actualizado, que las contraseñas sean robustas y que tengan en cuenta el principio de minimizar los datos que recogen de los niños", ha señalado Mayte Francés, directora de Marketing de la Asociación de Fabricantes de Juguetes.

Y después, para las casas: "Apagar el juguete cuando no está siendo usado, cambiar las contraseñas que vienen por defecto, si usan la Wifi, que esté bloqueada", ha continuado destacando Francés. Gestos imprescindibles para proteger a los más pequeños.