España lleva acumulando avisos desde 2017 por superar los límites legales de dióxido de nitrógeno (40 microgramos por metro cúbico). Este contaminante, lo provocan directamente lo motores diésel.

Las ciudades alemanas de Frankfurt, Stuttgart y Aquisgrán han prohibido la circulación del diésel para cumplir los objetivos de la Unión Europea. Desde el escándalo del dieselgate las normas han cambiado, ya que todos los diésel nuevos fabricados pasan un test de contaminación.

Además, a partir de septiembre de 2019 deberán también pasar un test específico de emisiones de nitrógeno, un contaminante ligado a las 400.000 muertes prematuras en Europa por contaminación atmosférica. 30.000 de ellas se producen en España.