Los bomberos confían en dar por controlado el incendio que se declaró el miércoles en la Ribera d'Ebre si el viento que entra desde el mar no lo impide, mientras que las administraciones trabajan en un plan de choque para relanzar una zona en la que han ardido unas 6.000 hectáreas.

Este domingo han trabajado en el perímtro del incendio, que también ha afectado a las comarcas leridanas de Garrigues y Segrià, un total de 50 dotaciones -34 vehículos auto-bomba de los Bomberos de la Generalitat, dotaciones de los agentes rurales, 3 helicópteros y vehículos de apoyo y mando- para refrescar el terreno y consolidar el perímetro del incendio en el tercio superior del flanco derecho.

A primera hora de la mañana, todos los efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) que han colaborado en la lucha contra el incendio han regresado a sus respectivas bases.

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, se ha desplazado hasta el centro de mando habilitado en el municipio de Vinebre (Tarragona), donde se ha reunido con los alcaldes de los ocho municipios afectados por el incendio, uno de los más importantes en los últimos años en Cataluña.

Torra ha prometido un "plan de choque" para paliar los daños del incendio, y ha agradecido la labor "heroica" de los equipos de emergencia, que han evitado que ardieran las 20.000 hectáreas que la Generalitat previó que podían quedar afectadas, dado su potencial.

Las autoridades municipales, ha explicado el presidente, se dedicarán esta semana a diagnosticar con detalle los daños materiales y los perjuicios económicos generados por el incendio.

Por su parte, la Generalitat, la Diputación y la Delegación del Gobierno se coordinarán, según Torra, para dar una respuesta conjunta de las administraciones ante las peticiones del territorio.

El próximo sábado, alcaldes y representantes de las demás administraciones se reunirán para avanzar en el citado plan y decidir si conviene pedir la declaración de zona catastrófica.

Sigue desalojada de sus masías una treintena de personas, de las que veinte se encuentran en el centro de acogida de Flix, cuatro en el de Palma d'Ebre, y cinco en el de Bovera.

Además, se ha habilitado el número 977 41 11 58 para informar a todos los afectados sobre el estado de sus casas, fincas y ganado.