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El pulpo emigra y deja las aguas españolas: el cambio climático y la salinidad le empujan a mudarse a costas inglesas
Más detalles Además, también influyen fenómenos puntuales como el Niño, que en Galicia favorece inviernos muy lluviosos y veranos secos, como ha sucedido este año.

El pulpo, ese habitante histórico de las costas del norte de España que es tan apreciado por todos, ha emprendido la colonización de otras latitudes. En su aventura, ha cruzado el Canal de la Mancha para instalarse en el Mar del Norte, frente a la costa inglesa.
En este sentido, Ángel González, profesor de Investigación del CSIC, aclara que "no desaparecen de Galicia y se van hacia el norte, sino que hay una colonización o un aumento en otras zonas que antes eran más inhabituales".
Lo hace empujado por el cambio climático y la salinidad de las aguas. Y es que, tal y como explica González, "cuando desciende la salinidad por lluvias o por cualquier otra razón, los pulpos se mueren". Además, también influyen fenómenos puntuales como el Niño, que en Galicia favorece inviernos muy lluviosos y veranos secos, como ha sucedido este año.
En este aspecto, hay un cuarto factor: "En aguas británicas hay menos depredadores, como las orcas", subraya Josep Rotllant, profesor de Investigación del Instituto de Investigaciones Marinas del CSIC.
De esta forma, el cefalópodo ha conquistado las aguas británicas, triunfando donde fracasó la Armada invencible. Sin embargo, Rotllant no cree que "estén muy contentos allí, porque ellos realmente explotan otras especies, como las langostas, las vieiras o los cangrejos, que son el manjar preferido del pulpo, pero para ellos el pulpo no es muy apreciado".
Sandra y Juan viven en Inglaterra desde hace años y ya lo compran en el supermercado para cocinarlo a la gallega. "Es verdad que está bueno, pero no tanto como en España; está un pelín duro", expresa Sandra al respecto.
Más raro en encontrarlo en los restaurantes. Y es que para los ingleses sigue siendo un plato "exótico". En los mercados, cuesta entre 18 y 25 euros el kilo. Sin embargo, los británicos prefieren exportarlo, por ejemplo, a España, por lo que al final el viaje del pulpo es de ida y vuelta.