La niña marroquí rescatada en Bolivia tras siete meses secuestrada en el país andino, ha llegado a Barcelona y ha sido trasladada a un hospital para realizarle una revisión médica y luego pasará a disposición de la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA) de forma preventiva.

Según han informado fuentes de la DGAIA, el juez que lleva el caso del secuestro de la niña de 9 años ha decidido que, hasta que no se aclare el papel que han jugado los padres en el viaje de la niña a Bolivia y se determine su situación de riesgo familiar, la menor ingresará en un Centro Residencial de Acción Educativa (CRAE) de la Generalitat.

Aunque el juez no ha retirado la tutela de la niña a sus padres, ésta permanecerá ingresada preventivamente durante un tiempo en el CRAE, donde recibirá atención psicológica. Los técnicos de la DGAIA, que depende del Departamento de Bienestar Social de la Generalitat, también abrirán un informe sobre la familia para determinar si hay riesgo en que la niña vuelva con sus padres.

Los Mossos d'Esquadra y la Guardia Civil están investigando cómo la niña salió del país con una autorización notarial aparentemente firmada por los padres de la menor, aunque éstos han negado que ellos autorizaran el viaje y han dicho que fueron engañados por el secuestrador, que era un vecino suyo con el que habían trabado mucha amistad.

Los padres siempre han negado que hubieran acordado ningún tipo de transacción económica con el secuestrador y que fue éste quien se llevó a la niña, quizá falsificando la firma paterna. El secuestro de la menor se conoció después de que las policías española y del país andino la liberaran el pasado día 8 de su captor, un hombre de nacionalidad boliviana que fue detenido y trasladado a la prisión de El Abra, en Cochabamba (Bolivia).

La Fiscalía de Bolivia ha imputado al secuestrador los delitos de trata de personas, asociación delictiva y abuso sexual, según informó la oficina del fiscal general del Estado boliviano. También ingresó en prisión la madre del secuestrador acusada de colaboración. La niña liberada, que reside en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), permaneció secuestrada en la zona selvática boliviana de El Chapare durante siete meses hasta su rescate.