Es el banco donde los dos agentes que declararon este pasado miércoles ante el juez tienen el primer contacto con la joven que acaba de ser presuntamente violada por La Manada. Se la encuentran, aseguran, en estado de shock.

"Le costaba hablar y no podía mantener una conversación fluida (...). Con un llanto desconsolado en el que no era capaz de describir lo que había pasado", declaró la agente que asistió a la víctima. Son las 3:40 horas de la mañana y los agentes le piden que les enseñe el lugar donde asegura haber sido agredida.

"Nos indicó que había sido ahí dentro, señalado en portal. Y me sujetaba del brazo y me decía que no la dejara sola".

Ante el juez han asegurado que no era un relato fingido e incluso que presentaba señales rojas en las mejillas que no fueron reflejados en su informe. Tampoco les habló, hasta mucho tiempo después, de que le habían robado el móvil.

Susana Díaz se ha sumado a las críticas por el tratamiento judicial que se hace a las víctimas de agresiones sexuales. "Ya se persigue incluso a la víctima para saber si su comportamiento es ejemplar", ha denunciado la presidenta de la Junta de Andalucía.

Por su parte, el abogado de la defensa ha vuelto a pedir que se dejen de hacer juicios paralelos.