En los años 80, las españolas tenían su primer hijo a los 26 años. Hoy la edad media del primer parto es a los 32, cuando las mujeres ya son menos fértiles.

"Baja la calidad de los óvulos y del esperma, algo que hace que se acuda a la reproducción asistida", explica Vicenzo Pavone, investigador del CSIC.

España es líder europeo en número de tratamientos, en un año, más de 110.000 en 200 clínicas. La mitad de los óvulos donados en Europa son de mujeres españolas, pero un tercio de sus receptoras son extranjeras.

"Las clínicas españolas ofrecen calidad y eficiencia, precios asequibles y una oferta de óvulos más abundante que en otros países", añade Pavone.

Precariedad laboral o dificultades para acceder a una vivienda empujan a la mujer a posponer su maternidad. Cada vez son más las que optan por congelar sus propios óvulos y usarlos más tarde.

Congelar los óvulos, una posibilidad

"Hemos incorporado una técnica de criopreservación que permite criopresevar ovocitos con una alta seguridad y muy buenos resultados. Se preservan en vapores de nitrógeno líquido", indica Miquel Soler, del Instituto Dexeus.

Aida los congeló después de que le detectaran una baja reserva de óvulos. "Tengo el deseo de ser madre, pero no a corto plazo, en mi caso, a tener una baja reserva, una de las opciones que se me ofrecieron fue congelar los óvulos", cuenta.

Una decisión, postergar la maternidad, con consecuencias. Mujeres que en la plenitud de su vida laboral, asumen una doble obligación. "Ofrecen cuidado a la generación que le sigue y a la generación que le precede", destaca Vicenzo Pavone, investigador del CSIC. Cuidar a la vez de sus hijos y de sus padres.