El marido de Marta libraba el día que le llamaron para reforzar la extinción de un incendio en Oviedo. Fue en abril de 2016 cuando Eloy Palacio, bombero profesional, murió trabajando.
Según la sentencia de una jueza de Oviedo, la actuación de Eloy fue "una imprudencia temeraria".
"Nos dejaron sin ningún tipo de indemnización al considerar que no fue un accidente laboral ni un accidente en acto de servicio", asegura Marta Valle, viuda de Eloy
Los Bomberos de toda España consideran injusta la sentencia porque, aseguran, su trabajo es salvar vidas, no cometer una imprudencia. Se sienten desprotegidos.
"En una inundación, están los bomberos; en un accidente de tráfico, están los bomberos; si hay un incendio, están los bomberos. Resulta que cuando a ellos les ocurre algo nadie les ampara", añade Valle.
Desde la muerte de su compañero, se han movilizado. Quieren ayudar a la familia del fallecido con la campaña 'Una guardia para Eloy'. "Decidimos que quien quisiera haría una guardia extra y el dinero que se gane en esa guardia, donarlo a la familia", añade Manuel Sordo, miembro de la coordinadora unitaria de Bomberos Profesionales.
Además, están recorriendo todo el país para reclamar que los Bomberos sean reconocidos como un servicio público y profesional. Por eso, exigen una ley que regule y equipare sus derechos al resto de cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.
"Queremos que la figura del bombero se legisle para tener garantías plenas. Tenemos que estar como funcionarios de carrera y protegidos en acto de servicio", sostiene Miguel Uclés, portavoz de la coordinadora unitaria de Bomberos Profesionales.
Sus reivindicaciones concluirán en Madrid el próximo 20 de octubre en una manifestación que prevén multitudinaria. Su objetivo: que, de una vez por todas, se les escuche y se les proteja por ley para que historias como las de Eloy no vuelvan a repetirse.