Lo primero que hizo Manuel Guerrero fue una llamada a la Policía para informarse: "Mira, llamaba por una duda que tengo... ¿Hay alguna manera o algún sitio donde pueda contactar para que me diga si tengo el pasaporte caducado o no? Porque lo he extraviado y no sé si la fecha de caducidad ya ha cumplido".

"Bueno si lo ha extraviado y le hace falta el pasaporte, en cualquier caso tendrá que pedir cita usted y renovarlo", respondía el funcionario. Es entonces cuando el guardia civil le aclara por qué necesita ese pasaporte: "Sí, pero déjeme decirle, que le explico mi situación. Yo necesito entregar el pasaporte en los juzgados por una orden judicial (...) entonces tengo cuatro días hábiles para entregarlo y entonces no sé si está caducado o no. Y como me prohíben sacar el pasaporte... no sea que al sacarme el pasaporte salte alguna alarma o..."

"Claro, usted va a tener que sacárselo sí o sí", le respondía el funcionario, y así lo hizo, acudiendo a una oficina de pasaporte. Allí le atendió una funcionaria que así contó ante el juez cómo en efecto le saltó una alerta. Según ha dicho a su entrada a los juzgados, todo esto demostraría que su intención nunca fue utilizar ese pasaporte.