El cuerpo de Diana Quer fue lastrado con dos bloques cerámicos unidos por un cable de transmisión de
datos por red que, según los investigadores, no era como los de la nave de
Asados y en el interior del pozo en el que se halló su cuerpo se localizaron
otros dos lastres unidos por un cable eléctrico normal.
Así lo ha declarado este
lunes, en la quinta sesión del juicio contra Enrique Abuín, uno de los agentes
que participaron en el levantamiento del cadáver en la nave de Asados, y que
realizó el registro fotográfico del proceso.
El agente ha explicado
que el cuerpo de Diana, totalmente desnudo, estaba lastrado por dos bloques de
material cerámico, de 18 kilos de peso, unidos por un "cable de red",
un cable para transmisión de datos más grueso que el eléctrico común y que no
hallaron en ningún lugar del sótano. El Chicle dijo en su declaración que el
cable que empleó lo arrancó de una viga del sótano.
Más allá, el testigo ha
explicado que ese tipo de cable solo se localizó, en una inspección posterior,
en las oficinas de la primera planta, pero el metraje de los mismos "no
tiene continuidad numérica". El agente ha explicado que este tipo de cable
tiene numerada su longitud, y el encontrado en el cuerpo de Diana "difiere
en unos 3.000 metros" del que había en la oficina.
No obstante, como ha
hecho constar la defensa, la nave fue sometida a una intensa limpieza en el
periodo entre la muerte de Diana Quer y el hallazgo del cadáver, en la que se
quitaron los numerosos materiales que había en su interior.
En el fondo del pozo, ha
explicado el testigo, además de otro bloque "completamente distinto",
se encontraron otros dos ladrillos similares a los que lastraban el cuerpo y
que también estaban unidos por un cable, aunque en esta ocasión de tipo
eléctrico.
Los bloques que
lastraban el cuerpo de Diana estaban unidos por un cable de entre 9 y 10 metros
que, además, había sido anudado en dos lazos en los laterales, a modo de asa,
para "tener un control sobre el peso de los bloques antes de dejarlos
caer". El cable que unía los dos bloques del fondo, sin embargo, no tenía
este tipo de lazada hecha.
En la superficie del
agua del pozo, ha explicado el agente, se localizaron flotando varios objetos,
entre ellos un bote de desodorante que procedía del interior del bolso de
Diana, que fue localizado abierto en el limo del fondo al igual que el tanga de
la víctima.
En el fondo del pozo
también se localizaron dos trozos de cinta adhesiva de unos 50 centímetros de
longitud por cuatro centímetros de ancho que "estaban muy
deterioradas", algo que impidió practicarles "ningún estudio".
El agente que ha
declarado este lunes también ha hablado de la brida localizada enredada en el
pelo de Diana Quer y que la acusación considera que fue utilizada para
estrangularla.
Según se ha podido ver,
la brida, de color negro y de gran tamaño, estaba cerrada en una circunferencia
pequeña, que el propio testigo ha asimilado al cuello de la víctima.
La brida fue localizada
enredada en el pelo cuando fue recuperada la cabeza, aunque el testigo cree
"muy poco probable" que se tratase de un enredo
"accidental" de un objeto que ya se encontrase en el pozo. "Dudo
mucho que eso sea así", ha narrando, teniendo en cuenta que en el fondo
del pozo se localizaron otros trozos de brida, dos negros y uno transparente.
En el sótano en el que
se encontraba el pozo, cuando se realizó la primera inspección -sobre las 3,40
horas de la madrugada-, la visibilidad era nula y "se necesitaba apoyo de
la luz artificial" para deambular.
Asimismo, el testigo ha
descrito como "empinadas" las escaleras de acceso (más de 14).
"Es una zona complicada para transitar sin luz, estás como perdido",
ha ejemplificado.
Finalmente, el agente ha
explicado que, con la posición en la que fue hallada Diana Quer, para
introducirla por la tapa del pozo habría sido necesario "vencer el rigor
mortis" o, en todo caso, que este no hubiese estado instaurado aún.