El Juzgado de Instrucción número 9 de Valencia, que investiga el mortal incendio que el pasado jueves se cobró 10 víctimas mortales en el barrio de Campanar, en Valencia, ha autorizado este martes la entrada a los pisos y al aparcamiento del inmueble para recuperar enseres personales que se hayan salvado de las llamas y los vehículos estacionados.
No obstante, los Bomberos han trasladado a laSexta que los vecinos no van a subir bajo ningún concepto a sus casas, sino que lo hará un bombero, mientras cada vecino se queda abajo dándole indicaciones a otro efectivo y un compañero sube, puesto que el edificio no es seguro como para que suba nadie que no sea un experto.
El juez ha tomado esta decisión después de que la Policía Nacional le haya comunicado que esta medida no afecta a la investigación sobre el siniestro. Sin embargo, excluye al piso 86,la vivienda donde se originaron las llamas y en la que se centran las pesquisas. En este sentido, fuentes de la investigación ya avanzaban el lunes a laSexta que la principal hipótesis que se baraja es un fallo eléctrico en el motor del toldo de la vivienda donde se iniciaron las llamas, que a partir de ahí se habrían extendido por la fachada.
Por otro lado, el magistrado ha recibido ya el resultado de los análisis de laboratorio realizados por la Policía Científica para la identificación completa de las 10 víctimas mortales y lo ha trasladado al Instituto de Medicina Legal para su cotejo. El juzgado contactará con sus familiares para que puedan recoger sus efectos personales y autorizará después la entrega de los restos mortales y la expedición de las licencias de enterramiento e incineración para los funerales, una vez cumplimentados todos los trámites.
Empezar de nuevo tras perderlo todo
Entretanto, una decena de familias han pasado ya su primera noche en el bloque de viviendas que el Ayuntamiento de Valencia ha puesto a disposición de quienes se han quedado sin casa en Safranar. Estas familias tienen 11 niños, puesto que el Consistorio tenía como prioridad el realojo de las familias con menores a su cargo en ese edificio, un punto de partida para empezar de nuevo tras perderlo todo en el fuego.
Los pisos se están amueblando con donaciones de comercios de la ciudad para que las familias puedan entrar a vivir y en principio permanecerán allí durante tres meses, aunque su situación es prorrogable. Hay más de un centenar de familias que han pedido ya ser realojadas en este bloque, que tiene 131 pisos.