Una forma de tomar una muestra de ADN a un detenido es un frotis bucal. Se hace de forma voluntaria. La fiabilidad es absoluta, el ADN no engaña. Por eso, es fundamental en las investigaciones policiales.

Estos datos se ingresarán en un archivo para buscar coincidencias en delitos pasados, presentes o futuros. Pero en tres años la entrada de nuevas muestras al banco de ADN de la policía se ha reducido a la mitad, porque ahora es obligatorio que el abogado asesore a cada arrestado.

La Policía no puede obligar a un detenido para tomar muestras de ADN. De hacerlo podría caer en un delito de tortura y hay un gran vacío legal.Vacío al que se ha acogido, por ejemplo, el supuesto pederasta de Ciudad Lineal, amparándose en su derecho a la intimidad.

Se trata de un derecho fundamental recogido en la Constitución, tiene que prevalecer cualquiera de estos derechos frente a la hipótesis de que a lo mejor, si lo hiciéran de otra forma conseguirían la condena. Temen que casos en los que el ADN ha sido decisivo, como el de Rocío Wanninkhof, queden sin resolver.