Preocupación por un incendio forestal en Llançà, Girona, que ha obligado a desalojar tres urbanizaciones, así como el monasterio de Sant Pere de Rodes. El fuego, declarado este viernes al mediodía, sigue sin control tras haber quemado 140 hectáreas del parque natural del Cap de Creus y obligado a evacuar a 180 personas.
Más de 200 bomberos trabajan en la zona, con 90 vehículos terrestres y 15 medios aéreos. El jefe de bomberos de Girona, Jordi Martín, ha concretado que 30 personas han sido desalojadas en Llançà y unas 150 en Port de la Selva. Además, ha confirmado que hay tres heridos leves: dos bomberos y un agente forestal que ha sufrido un golpe de calor
A consecuencia del incendio, están cortadas las carreteras gerundenses GI-612 y GIV-6121 en Port de la Selva; GI-613 en Roses, y GIP-6041 en Vilajuïga, según el Servei Català de Trànsit.
Según han indicado los Bomberos de la Generalitat a las 22:40 horas, el viento ha ido girando y está previsto que en la madrugada se intensifique. Además, los efectivos trabajan con poca visibilidad tras el ocaso, aunque continúan tratando de frenar el avance de las llamas.
Una colilla, la principal hipótesis del origen del fuego
Las llamas habrían comenzado a las 13:30 horas en la carretera que enlaza Port de la Selva y Llançà y se ha abierto una investigación para determinar la causa del fuego, que por ahora baraja una colilla de cigarrillo como principal hipótesis.
Los mandos del dispositivo de emergencias desplazados a la zona han anunciado esta línea de trabajo y que se rastrea ahora el ADN que podría contener la colilla hallada junto a la carretera que une esos dos municipios para tratar de identificar al responsable del fuego.