El juez ha llamado a declarar como imputados al agente de la Guardia Urbana que mató de un disparo a la perra Sota en Barcelona, así como a su compañero de patrulla, según informa 'El Periódico'.

Los hechos ocurrieron en diciembre del año pasado, cuando los agentes quisieron identificar al dueño de Sota, Tauri Ruusalu, un hombre sintecho que iba en compañía del animal por la Gran Vía.

Según el relato del guardia, el dueño azuzó a la perra contra los agentes y esta le mordió en un brazo, por lo que, temiendo por su vida, le disparó. Sin embargo, Ruusalu niega esta versión y asegura que el policía le agredió a él, por lo que el animal se interpuso entre ambos y subió las patas sobre el brazo del agente, que le disparó.

Por otra parte, el magistrado ha autorizado que se devuelvan los restos de Sota a su dueño, según recoge 'El Periódico'.

El episodio provocó una oleada de indignación ciudadana en Barcelona, donde se celebraron manifestaciones exigiendo justicia para Sota, cuya muerte también fue denunciada por PACMA.