"Tengo casi 80 años y me entristece mucho ver que los bancos se han olvidado de las personas mayores como yo".Así arranca Carlos San Juan de Laorden una carta dirigida a los bancos a través del portal 'Change.org' y que se ha hecho viral en los últimos días. El objetivo de este hombre: acercar nuevamente los bancos a la gente mayor frente a la digitalización en todo término que han vivido las entidades bancarias en los últimos años: "Ahora casi todo es por Internet… y no todos nos entendemos con las máquinas".

"No nos merecemos esta exclusión. Por eso estoy pidiendo un trato más humano en las sucursales bancarias", prosigue Carlos en su carta, que ya cuenta con 140.000 firmas de apoyo para conseguir su objetivo. En la misiva, el anciano recuerda los principales problemas que tiene gente de su edad en esta cuestión: "No paran de cerrar oficinas, algunos cajeros son complicados de usar, otros se averían y nadie resuelve tus dudas, hay gestiones que solo se pueden hacer online...".

El problema no queda ahí, pues, como ha insistido, "en los pocos sitios donde queda atención presencial, los horarios son muy limitados, hay que pedir cita previa por teléfono pero llamas y nadie lo coge". Todo ello deriva en dos 'soluciones' que no bastan a Carlos: "Te acaban redirigiendo a una aplicación que, de nuevo, no sabemos manejar. O mandándote a una sucursal lejana a la que quizás no tengas cómo llegar". Esto, según dice, "no es ni justo ni humano".

En su escrito, Carlos ha explicado que, en la actualidad, "muchas personas mayores están solas y no tienen nadie que les ayude", mientras que otras tantas, como él, quieren "seguir siendo lo más independientes posibles" aun a los 80 años. Un objetivo que se vuelve realmente complejo, dada la situación actual. Por ello, ha reclamado apoyo "para solicitar que los bancos atiendan a las personas mayores sin trabas tecnológicas y con más paciencia y humanidad. Y que mantengan oficinas abiertas donde pueda atenderte una persona, que no todo sea por Internet".

"Yo he llegado a sentirme humillado al pedir ayuda en un banco y que me hablaran como si fuera idiota por no saber completar una operación. Y he visto ese mal trato dirigido a otras personas. Duele mucho sentirse así", ha denunciado Carlos durante su explicación, reivindicando que las personas mayores también existen: "Somos muchas y queremos que nos traten con dignidad". Por estas razones, según ha concluido en su carta, cree que no hay que cesar en el empeño hasta llegar al objetivo que plantea: "Tenemos que luchar por nuestros derechos, pacíficamente pero sin descanso".