Alejandro, un joven de 20 años, murió tras recibir tres puñaladas en una reyerta en Cobeña, Madrid, a las cuatro de la mañana.

Durante un concierto comenzaron, según los testigos, los primeros incidentes. "Cuando paró la música estaban dos grupos enfrentados. Solo se veían empujones", relataba uno de los testigos de la pelea, que se trasladó a una calle cercana: "vi a un chico con la cara ensangrentada", relataba otro testigo.

Allí es donde apuñalaron mortalmente a Alejandro e hirieron a otros tres jóvenes. Jesús, el padre de uno de ellos, dice que su hijo no conocía a los agresores: "Iban con porras, navajas...venían preparados porque son fiestas".

Unas fiestas que el Ayuntamiento ha suspendido durante 48 horas. El alcalde también ha querido mostrar su repulsa por lo sucedido: "Hay desalmados, sin vergüenzas, asesinos suelos que salen de casa con un cuchillo o un punzón".

Tras horas de pesquisas, la Guardia Civil ya ha detenido a una persona, sobre la que ahora se investiga su implicación en la pelea mortal.