Misión, evitar un repunte

La enfermedad de la lengua azul pone en jaque a los ganaderos de Córdoba donde ya hay más de 500 explotaciones afectadas

Los detalles Uno de ellos es Jesús Mena quien lamenta haber perdido entre 50 y 60.000 euros, pues en la suya han muerto por esta enfermedad 300 de sus 1.700 ovejas.

La enfermedad de la lengua azul pone en jaque a los ganaderos de Córdoba donde ya hay más de 500 explotaciones afectadas
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La enfermedad de la lengua azul está causando verdaderos estragos en Córdoba, donde ya hay más de 500 explotaciones ganaderas afectadas, sobre todo de ovejas y cabras. Los animales se cuentan por miles. La Junta de Andalucía ha pedido a los ganaderos que vacunen de forma urgente a los animales. Ahora mismo más de la mitad de la cabaña ganadera ovina de la provincia está sin vacunar.

Los ganaderos del Valle de los Pedroches lanzan un grito de auxilio al ver que sus explotaciones están "perdiendo todos los días", pues la enfermedad los está dejando sin ovejas. Se trata del lamento de Jesús Mena, que acude cada mañana a su explotación asumiendo que habrá nuevas bajas entre sus animales: "te encuentras una mala, la otra muerta, la otra que está muriéndose", explica el de Pedroche.

Hasta ahora, ya han muerto unas 300 de sus 1.700 ovejas, todas ellas afectadas por la lengua azul. Unas pérdidas que hace que las cuentas no le salgan. Y es que la muerte de cada cabeza ovina le cuesta "300 euros", habiendo perdido entre "50 y 60.000 euros". La suya, sin embargo, no es la única, puesto que ya son unas 500 explotaciones del norte de la provincia de Córdoba sufren esta enfermedad, transmitida por un mosquito y que afecta especialmente a las explotaciones de ovino y caprino.

Algunas, ya "están vacunadas, lo que no sabemos si será efectiva", asegura Juan Carlos Rodríguez, ganadero de Villanueva de Córdoba. Pese a los esfuerzos en forma de repelentes, la enfermedad está llegando a las vacas, pues no dejan de aparecer nuevas variantes de la afección que suele mostrarse con "fiebre, la boca se le va a inflama, los labios y luego algunas la sintomatología da cojeras", explica el veterinario Antonio Miguel Higuera. Solo las vacunas "antes de que enfermen y la desinsectación de las ovejas" pueden frenar la propagación de la enfermedad.