Conmoción total en las localidades de Martín de la Jara y Estepa, ubicadas en Sevilla. Los municipios donde residían Adrián y Rocío, esta última asesinada a manos del primero, han mostrado su indignación ante la llegada del detenido, que este jueves reconoció haber matado a su exnovia para después descuartizar sus restos.

En las imágenes se escucha a vecinos de Estepa gritando "asesino", entre sollozos y lamentos por la brutalidad del crimen machista contra su vecina. En ese momento, el autor llegaba escoltado por la Guardia Civil a su domicilio, donde se está efectuando un registro con el que reconstruir las últimas horas de vida de Rocío.

De hecho, los restos de la menor, de 17 años, con la que Adrián además tenía un hijo de 4 meses, han sido recuperados en su totalidad y sometidos a autopsia, según ha informado el delegado del Gobierno en la provincia. Durante la noche de este jueves, el joven se presentó en el cuartel de la Guardia Civil y declaró que mató a la joven el mismo día que desapareció.

Cuando Adrián, el asesino de Rocío, negaba la violencia

Como se aprecia en una entrevista protagonizada por el asesino confeso esta semana, Adrián negó tajantemente cualquier tipo de maltrato a su expareja, llegando a quitarse la mascarilla y mirando directamente a cámara: "Yo no he maltratado a Rocío. No le he pegado, le he dado todo. No hice nada malo, nada", aseguraba en tono insistente.

En esta línea, el autor confeso de los hechos, aseguraba que su expareja le "ponía de maltratador", y lanzaba: "Que vea la gente que no soy un maltratador, que no soy un abusador. Yo a Rocío la he querido, le he ofrecido todo de mi vida, mi casa, mi dinero durante 6 años. No le he pegado, no la he maltratado, son mentiras de su hermana. Desde los 13 años que la he conocido".

Unas declaraciones que, tal y como ha admitido Adrián, han resultado falsas. De hecho, la Guardia Civil sospechó desde un principio que Adrián estaba relacionado con la ausencia de Rocío, tras comprobar que había comprado una motosierra y que el móvil de la chica no marcaba movimientos fuera de Estepa.

Esto es lo que se sabe del suceso

Rocío llegó a Estepa el 3 de junio, el día que desapareció, para reunirse con su exnovio y padre de su bebé de 4 meses. Fue en ese punto cuando se perdió la señal del rastreo del teléfono de la menor, por lo que los agentes siempre sospecharon de que la joven no había salido del pueblo, a pesar de los supuestos mensajes enviados a la familia en la madrugada del 4 de junio.

El propia asesino aseguraba que Rocío había abandonado Sevilla en dirección a Badajoz, supuestamente, con un amigo suyo y después de "robar" 300 euros que su exnovio habría conseguido a través de otro amigo. En dichos mensajes, que falsamente habían sido enviados, según recoge la Agencia EFE, la Guardia Civil también comparó con la forma de escribir de la joven.

Las autoridades ya se extrañaron de Adrián, inicialmente, no denunciase el supuesto robo de los 300 euros, pero al rastrear sus movimientos en internet comprobaron que había comprado una motosierra días antes, lo que hizo estrecharse el cerco en torno a él. Ahora, prosigue la investigación para reconstruir el suceso.