Alberto Alemany trabaja para la Unidad de Atención a Víctimas de la Fundación Carmen Pardo-Valcarce, es un 'facilitador', una figura pionera en España que ayuda a declarar a las personas con discapacidad intelectual víctimas de abusos sexuales.

"El proyecto precisamente pretende demostrar que la persona con discapacidad intelectual no miente más que tú y que yo y que su palabra merece ser creída y merece ser escuchada", explica Alberto. Desde que se creó 'el facilitador' los casos sobreseídos han pasado de un 48% a un 14%.

Para ayudarles a contar su historia, declaran en una sala con cristal polarizado donde se graba toda la entrevista. "Con el objetivo de poder aportar todas esas grabaciones en el proceso judicial y así evitar que la víctima tenga que declarar una y otra vez en sede judicial", cuenta Alberto Alemany.

Una precaución que se toma también con los niños para intentar que no vayan a sede juidical para no revictimizar. "Se hace además en un entorno lo menos traumático posible. Se intenta que sea en una sala con juegos un sitio que el niño no identifique como algo excepcional", Ana Isabel Gutiérrez, psicóloga clínica y master en psicología forense.

Por eso muchos juzgados cuentan con salas especialmente pensadas para ellos, donde también tienen material para poder hacer dibujos como estos. "Muchas veces observamos dibujos que son claramente alusivos a conductas sexuales y otras veces reproducen con los muñecos jugando conductas sexuales que no deberían tener por qué conocer si no las han podido ver",

Casos como los supuestos abusos de los maristas de Barcelona o el pederasta de Ciudad Lineal han utilizado estas técnicas.