La familia y amigos de Ana María, la mujer de nacionalidad colombiana y estadounidense que desapareció en Madrid hace 13 días, han lanzado un 'crowdfunding' para contribuir a su búsqueda, según han informado a través de un comunicado. Ana María, de 40 años y residente en Florida, despareció en Madrid el pasado 2 de febrero por la noche, cuando sus allegados le perdieron el rastro.

La colecta, que se ha puesto en marcha a través de la campaña 'GoFundMe', persigue conseguir la financiación necesaria para contratar a un investigador privado que busque a la mujer.

Según relató al canal '6 South Florida' su amiga Sanna Rameau, esa misma noche "un hombre con casco forzó las cámaras de seguridad y la puerta del edificio donde se alojaba", antes de perderse todo contacto. Aparentemente, Ana María estaría buscando mudarse definitivamente en medio de "un difícil proceso de divorcio".

Por su parte, el hermano de la desaparecida, Felipe Henao, contó en entrevista con 'W Radio' que la familia se preocupó tras recibir "una serie de mensajes" desde el teléfono móvil de la mujer desaparecida que "no parecían escritos por ella". "Creemos que fueron traducidos desde Google al español (...). Nos preocupa que haya sido planeado. Por eso, el tiempo es importante", manifestó.

La asociación SOS Desaparecidos alertó esta semana de la desaparición "inquietante" de la mujer, instalada desde hace pocos meses en Madrid desde Florida debido a su divorcio de un ciudadano serbio. Al parecer, este proceso comenzó en enero y se tornó "muy duro y complicado", hasta el punto de "pedir ayuda médica por depresión", explicó a Europa Press el presidente de SOS Desaparecidos y portavoz de la familia, Joaquín Amills.

Para poner tierra de por medio, Ana María llegó en diciembre Madrid, donde vive una amiga de la infancia, y se instaló en el piso donde estaba ella, cuyo alquiler caducaba en marzo. Por ello, el día antes de la desaparición, ambas estuvieron mirando una nueva vivienda.

La última comunicación fehaciente de la desaparecida fue el día 2 a las 11:30 horas, en la que le decía a su amiga que no le había gustado la última casa que había visto. Su amiga le escribió ese mismo día, sin obtener respuesta, y el siguiente, y preocupada, llamó a Ana María, sin éxito, algo que le extrañó, ya que el 5 de febrero iban a viajar juntas a Barcelona para asistir a un evento, y Ana María "estaba muy ilusionada con ello".

Dos amigas recibieron un "extraño" mensaje

Así las cosas, a las 13:00 horas del día 3 tanto esta amiga como otra que vive fuera de España y que iba a visitar en breve a Ana María a su casa de Madrid recibieron un mensaje idéntico en WhatsApp --la primera en español y la segunda en inglés-- provenientes del móvil de la desaparecida en los les decía que había "conocido una persona maravillosa" y que se había "ido con ella a una casa de campo situada a dos horas de Madrid", pero que allí "hay mala señal", por lo que ya contactaría con ellas cuando volviera. Y ya no volvieron a recibir más mensajes de la mujer.

Tanto las destinatarias como la familia de Ana María no creen que lo escribiera ella, ya que no es su forma de hablar ni de escribir. "Parece como si le hubieran pasado un corrector", apunta Amills.

Alarmada, la amiga española llamó a los servicios de emergencias. Tras contarles lo ocurrido, los Bomberos entraron al piso por una ventana y comprobaron que no había signos de violencia ni desorden, sino lo normal en estas estancias. Eso sí, una vecina afirmó que había visto luz en la vivienda la madrugada del sábado 3, y que en ese fin de semana intentaron robar en el edificio --aunque no hay denuncia alguna al respecto-- y que, por ello, unos desconocidos taparon con un spray negro la cámara del teléfono de la entrada y la de seguridad junto al ascensor.

Ante todo ello, se interpuso una denuncia por su desaparición en la comisaría de la Policía Nacional, que lleva ahora la investigación de los hechos. Tanto la amiga como los familiares aseguraron a los agentes que no encaja con la forma de actuar de Ana María que desapareciese de esa manera, dejando colgadas a las personas tan allegadas con la que había hecho planes.

Tampoco les cuadra que abandonara Madrid de repente, una ciudad cuya vida cultural le encantaba y en la que quería rehacer su vida, y no creen que fuera ella la que escribiera los mensajes, por lo que temen que están con alguien en contra de su voluntad.

Por ello, piden a la Policía que geolocalice el móvil de Ana María, que ahora ya no da señales, para comprobar dónde fue la última vez que se conectó el terminal. Además, solicitan que comprueben las cámaras de seguridad del edificio en el que vivía y los alrededores.

Por su parte, el presidente de SOS Desaparecidos pide ayuda ciudadana para localizar a esta mujer, cuya pista se perdió hace ya casi dos semana, ya que su desaparición "presenta unos rasgos muy preocupantes desde el primer momento". "Es de los pocos casos en los que no hemos recibido ninguna noticia", ha indicado.