Una familia ha acudido a una oficina de su compañía de seguros de vida con el cadáver de uno de sus familiares. Los hechos ocurrieron en la provincia sudafricana de KwaZulu-Natal, después de que la empresa les obligara a demostrar que el hombre había muerto.

La indignación fue lo que movió a la familia a llevar el cuerpo del fallecido hasta allí, ya que la empresa se negaba a pagarles hasta que demostraran que realmente estaba muerto.

La familia tenía que percibir casi 2.000 euros por la muerte del hombre, que murió a los 46 años, y que no recibió rituales tribales debido al retraso de las gestiones de la empresa.

"No somos gente rica. Somos pobres y se negaron a pagarnos. Todavía estamos tan desconsolados", declaró una de las familiares del fallecido a 'News 24': "Íbamos, pero ellos seguían bloqueando y estábamos frustrados. Solo queríamos asegurarnos de que pudiéramos prepararlo y enterrarlo adecuadamente".

Según 'Daily Mail', las mujeres colocaron el cadáver del fallecido en el suelo y, junto a diversos documentos identificativos y su certificado de defunción, reclamaron el dinero a la compañía.