Si vive cerca de un aeropuerto, está dañando su salud. Según un estudio internacional de 'Transport & Enviroment', la exposición a partículas ultrafinas en un área de 20 kilómetros alrededor de los cuatro aeropuertos más grandes de España puede producir un resentimiento de la salud, con más de 60.000 casos de diabetes, 54.000 de hipertensión y 5.000 de demencia.
"Las partículas ultrafinas por su tamaño microscópico penetran en el organismo e incluso en el cerebro. Lo que pedimos es una mayor regulación, que se pongan limites para la concentración de las partículas y campañas de medición", asegura Pablo Muñoz, portavoz de 'Ecologistas en Acción'.
Un impacto sobre la salud que se agrava cuanto mayor es la proximidad al aeropuerto. Eso sí, al mismo tiempo se sufre algo que sí se percata: el sonido del avión.
Una situación que conocen perfectamente los vecinos de Castelldefels, en Barcelona, que denuncian que con el aumento del tráfico aéreo la tranquilidad en sus vidas se ha acabado: "El ruido es horrible, hay días que no se puede dormir". Y rechazan cualquier propuesta de ampliación del aeropuerto de El Prat por el impacto que supone.
"Nos genera picos de 75 decibelios, los aviones grandes, que cruzan el charco llegan a superar los 80 decibelios que está prohibido por ley", dice una experta.
Las soluciones a estos efectos nocivos pasarían dicen los expertos por una reducción del tráfico aéreo y una apuesta por un combustible más limpio.