La declaración de la primera víctima que sobrevivió a su cita con Ignacio Palma ha dejado muda a la sala de la Audiencia de Valencia en la que se celebra el juicio contra el presunto asesino de Marta Calvo y otras dos mujeres. La joven, una de las 8 víctimas del presunto descuartizador que logró sobrevivir a su 'modus operandi', recuerda todo de aquel 29 de junio de 2018. Entre sollozos y una gran nerviosismo, ha afirmado que le denunció "para que no siguiese matando" y le ha llamado "monstruo y asesino", pese a las advertencias de la presidenta del tribunal.

Lo primero que le sorprendió fue la enorme cantidad de cocaína que llevaba encima el acusado: "En la mesa había un manojo de droga que jamás había visto, una exageración", ha explicado al jurado. La joven ha admitido haberse dedicado durante años a "trabajadora sexual" y ha destacado la extrema frialdad del procesado, una "persona tranquila que sabía lo que hacía", al tratar de drogarla, de forma insistente, con grandes cantidades de cocaína.

"A nosotras nos enseñan a fingir que consumimos. Solemos tratar con hombres ebrios, drogados o fumados", ha explicado y ha detallado cómo el procesado llevó a la cita, en una vivienda de la ciudad de Valencia, una "gran bola" de cocaína y un azulejo sobre el que preparó, de entrada, cuatro rayas. "Después me propuso hacerme un masaje con aceite, le vi que llevaba la mano cerrada... A medida que iban pasando los minutos me sentía el corazón rápido, sudores fríos... Después me pidió hacer el 69 y ahí fue cuando me introdujo droga en las partes íntimas, la vagina y el ano", ha explicado esta mujer para detallar cómo el acusado le fue aplicando cocaína en diversas partes del cuerpo.

Así, ha relatado con todo detalle cómo casi acaba con su vida a traición. "Me introdujo la droga. Me fui al baño y me ardía", ha explicado la joven, que ha asegurado que sentía que se moría: "Salieron rocas de coca, 5 o 6, como garbanzos". Lo siguiente que hizo fue avisar a sus compañeras de piso de que aquel hombre la estaba drogando y la iba a matar. Incluso llegó a coger un cuchillo para defenderse, antes de salir de allí hacia el hospital, donde según le dijeron los médicos, cinco minutos más y hubiera muerto.

Juan Carlos Navarro, abogado de la acusación, ha asegurado que la defensa no ha sido capaz de aportar ninguna contradicción: "No solo son sus palabras, sino sus expresiones, muy significativas...", ha detallado.

Por otra parte, los doctores del Instituto de Medicina Legal (IML) de Valencia que han comparecido como peritos han explicado que las jóvenes que sufrieron intoxicaciones tras los encuentros sexuales con el acusado posiblemente estuvieron expuestas a alguna otra sustancia, además de la cocaína. Estos especialistas han llegado a esta conclusión tras observar los atestados policiales y comprobar que varias de las supervivientes refirieron reacciones de adormecimiento o desmayos, y han advertido de que la cocaína produce efectos contrarios, euforizantes. Es posible, según estos doctores del IML, que la cocaína que llevaba Jorge Ignacio Palma estuviese contaminada o adulterada, o bien que fuese mezclada con otros tóxicos. Asimismo, han insistido en que la cocaína es soluble y que en caso de aplicarse en una mucosa, como la vagina o el ano, desaparecería, y que por eso les llama la atención que algunas mujeres encontrasen rocas de cocaína en su cuerpo tras encuentros sexuales con el acusado.

En los próximos días pasaran por el juzgado el resto de chicas, siete más, que tuvieron la mala suerte de cruzarse con Nacho Palma. Todas con una historia casi idéntica, a pesar de que ni siquiera se conocen

Todas detallan el mismo 'modus operandi': contacta con ellas por WhatsApp, les ofrece una fiesta blanca con gran cantidad de coca, pero la realidad es que él no consume. Luego se la introduce o las invita a beber una copa con la que tres jóvenes aseguraron perder el conocimiento.

Para la abogada de Marta Calvo, no hay duda. Él sabía que las chicas podían morir. El 3 de abril y el 15 de junio de 2019 fallecieron Arlene Ramos y Lady Marcela, a las que Palma abandonó convulsionando. El 7 de noviembre del mismo año le tocó a Marta Calvo. "Un monstruo": así lo ha descrito hoy su primera víctima a la que arruinó la vida. Denunció al ver en televisión el caso de Marta. Gracias a ella se descubrieron todas las demás.