Tan sólo 14 kilómetros separan España de Marruecos. El Campo de Gibraltar se ha convertido en el principal pasillo por el que se trafica con tabaco, seres humanos, armas y droga que los narcos introducen en Europa a través de las costas españolas. Por primera vez en televisión, un equipo de periodistas entra en una de esas organizaciones para conocer cómo funcionan por dentro.

En este documental, que se podrá ver en dos entregas consecutivas con Antonio García Ferreras como reportero, el espectador será testigo de la cadena completa: desde las plantaciones de Marruecos hasta la venta del hachís en territorio europeo. ¿Quién lo cultiva? ¿Quién lo transporta? ¿Quién lo almacena? ¿Quién hace dinero con todo ello?

Ferreras entrevista a uno de los narcos más peligrosos del Estrecho: "La Guardia Civil se juega la vida para detenernos mientras sus jefes nos avisan de todo"

Antonio García Ferreras pregunta a Maxi, jefe de una organización de narcotráfico, en Estrecho si ha cambiado algo este negocio en los últimos 15 años. "Antes éramos menos, ahora somos más y también hay mucha corrupción por parte de la Policía si no, no se metería tanto hachís en estas costas".

Paco Mena lucha contra la droga en el Campo de Gibraltar: "El paro juvenil es un caldo de cultivo para el narcotráfico"

Paco Mena, presidente de Asociaciones Contra la Droga en el Campo de Gibraltar, asegura a Antonio García Ferreras que el paro es una causa del narcotráfico en el sur de España: "En algunas barriadas de La Línea y Algeciras el paro juvenil ha llegado a estar en el 80%". Y es que a pesar de que la crisis económica en España ha mejorado, "sigue siendo un paro por encima del 60%".

El oficio de ir un paso por delante del narcotraficante: así operan los 'tumbadores' de la droga

Un tumbador es el que roba a otro narcotraficante. Antonio García Ferreras habla con uno de ellos, quien asegura que lo que hace es "muy peligroso". Este tumbador muestra a Ferreras todas las armas que tiene para dar los tumbos: un 7.67, una Mini Uzi, un Remington... y confiesa tener miedo de que un día le peguen un tiro, "pero es lo que toca".