En las estaciones de primavera y verano es cuando más posibilidades hay de que las garrapatas se adhieran a las personas y, sobre todo, a los animales, según los agentes forestales de la Comunidad de Madrid. Hay que tener cuidado con estos ácaros, porque no solo son molestos y poco higiénicos, también pueden transmitir enfermedades.

La Comunidad de Madrid, junto con el Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid, recomiendan seguir las siguientes pautas para evitar que estos parásitos hundan sus uñas en la piel de los paseantes:

Protegerse de las garrapatas

Las garrapatas se encuentran normalmente en áreas donde hay vegetación. Por eso, si vas a pasear al campo o a zonas ajardinadas, debes utilizar ropa de manga larga y pantalón largo. Si además esta ropa es de color claro te será más fácil ver si hay garrapatas en ella. Es conveniente usar calzado cerrado y, en casos de altas probabilidades de garrapatas, ambas entidades recomiendan meterse los pantalones por dentro de los calcetines para minimizar riesgos.

Si es posible, anda por la zona central de los caminos y evita el contacto con vegetación. También puedes usar repelente tanto para la ropa como para la piel. Si sales a pasear con tu perro es conveniente que le apliques algún antiparasitario externo. En este sentido, el Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid recomienda que le preguntes a tu veterinario cuál es el que mejor se adapta a tu perro y a la zona en la que vais a estar.

Al finalizar el paseo, revisa tu cuerpo y el de niños y animales que te acompañen para detectar la presencia de garrapatas. Las zonas del cuerpo donde más suelen estar estos bichitos son en las axilas, las ingles, el cabello, detrás de las rodillas, las orejas, el ombligo y alrededor de la cintura.

¿Cómo extraer una garrapata?

Si pese a las precauciones encuentras una garrapata en tu cuerpo o en el de tus acompañantes, debes extraerla lo antes posible. Para ello no emplees aceite, gasolina o calor para desprenderla. El método más efectivo es usar unas pinzas de punta fina para intentar extraerla evitando su aplastamiento. La fórmula es la siguiente: sujeta el ácaro lo más cerca posible de la piel y tira de él suavemente hacia arriba.

Una vez has extraído la garrapata, limpia bien la herida con agua y jabón o aplica antiséptico. No olvides lavarte bien las manos y desinfectar las pinzas. Si no puedes extraerla correctamente, se queda alguna parte adherida o presentas malestar, fatiga o fiebre los días siguientes, acude al médico.