El frío, la nieve, la lluvia, el viento... las meteorólogas nos avisan de las bajas temperaturas, pero, ¿por qué a veces sentimos mucho más frío?
La sensación térmica es la responsable de que sintamos más frío del que realmente marcan los termómetros. El viento consigue que perdamos el calor corporal que generamos.
Por ejemplo, en Navacerrada, la mínima es de -6 grados pero con el viento constante a 25 kilómetros por hora, la sensación es mucho más baja: de -18 grados.
Lo mismo ocurre en León, donde la mínima es de 0 grados, sin embargo la sensación térmica es de -13 grados. En Mieres, el mercurio marca 2, aunque se sienten 0 y en Pajares hay -3 aunque parecen -10.
Todo esto hablando de viento constante, pero cuando hay fuertes rachas, el descenso es todavía mayor.
Mucha atención, entonces, a la sensación térmica, si baja de -30 empieza a ser muy peligroso porque cualquier parte del cuerpo a esa sensación durante más de un minuto se puede congelar y a partir de -58 no podríamos soportarlo durante más de 30 segundos.