Vino, cerveza, cerveza y vino: está en el ADN de los españoles. Así lo señala un reciente estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. "El vino a la hora de comer más que la cerveza", asegura una mujer desde una terraza de un bar de Valencia. En España, cada ciudadano consume 10 litros y medio de alcohol al año por habitante, una cifra considerablemente más alta que la media de los países desarrollados.

El momento de mayor consumo es el fin de semana, aseguran los hosteleros. "Vendemos lo mismo de lunes a jueves que solo el viernes", sostiene Héctor Cerdá, propietario de una cafeteria.

Se bebe de manera social y las copas justas, lo que tardamos en contarnos los problemas. "Máxima una o dos", asegura un joven. Por eso estamos a la cola en grandes borracheras, solo el 6% de la gente el último año, tres veces menos que la media. Es decir, casi nunca, salvo algunas veces. "Como una feria o una boda", añade una mujer.

Pero lo cierto es que en España sí fumamos más que la media, 20 de cada 100. Aunque son bastantes menos que en la última década. "Los que fumamos somos casi bichos raros", asegura una mujer en la calle.

Hay otros países que están dejando más rápido de fumar. Puede que nuestro problema sea, otra vez, la cultura. "En el momento en el que llega el fin de semana y me tomo una copita ya estoy otra vez liado", confiesa un hombre.

Donde sí estamos en el podio es en consumo de cocina. Lo toma el 2,5% de la población, solo por detrás de Reino Unido y Australia. Lo hacen cuatro veces más los hombres.